"Yo he abogado por los cambios (...) Pero los cambios no quieren ni pueden querer decir que lo que no pase por el aro de una visión estrictamente económica, queda fuera", dijo el cantautor.
El cantautor cubano Silvio Rodríguez pidió este martes que las reformas impulsadas por el Gobierno en la isla no tengan una visión "estrictamente económica" que desdeñe la cultura y abogó por proteger y no asfixiar proyectos artísticos.
"Yo he abogado por los cambios, incluso he hecho canciones a propósito. Pero los cambios no quieren ni pueden querer decir que lo que no pase por el aro de una visión estrictamente económica, queda fuera", afirmó Rodríguez en un comentario en su blog personal Segunda Cita.
El músico consideró que el Gobierno cubano "ha demostrado que no piensa así, porque en las más adversas circunstancias ha mantenido a toda costa la educación y la salud", pero subrayó que al igual que esos sectores "la cultura es otro acápite muy a tomar en cuenta".
Rodríguez manifestó estas palabras en su bitácora personal, en la lista de comentarios de su última publicación, en la que denunciaba la pasada semana que trabas burocráticas y la inoperancia de funcionarios estaban destruyendo el estudio de grabaciones musicales Abdala, creado por su iniciativa en La Habana en 1998.
El fundador de la llamada "Nueva Trova" cubana insistió hoy en que "los estudios de grabación no se deben cerrar" y proyectos culturales como Abdala y otros deben adecuarse a la actualidad cubana "pero sin asfixia, y mucho menos bajo el mito de que son insostenibles".
"Puede que no seamos imprescindibles, pero yo estoy convencido de que somos, al menos, necesarios", añadió.
Abdala, un estudio líder en Cuba y construido con financiamiento del Estado y del propio Rodríguez, afronta problemas económicos y ha pasado días sin electricidad por impagos a causa de trabas en su gestión comercial, mientras se concreta su traspaso al Ministerio de Cultura, según Rodríguez.
El músico criticó este martes el sistema de "dependencia externa" que se ha impuesto al proyecto y explicó que hasta 2011 su propietario fue la corporación estatal Cimex, luego pasó a manos de la Oficina del Historiador de La Habana, y desde hace meses se gestiona su traspaso al Ministerio de Cultura.
"Abdala no es de mi propiedad ni se hizo para mi uso personal. Se trata de un proyecto estatal que yo impulsé, porque convencí no sólo al gobierno cubano sino a músicos nacionales y extranjeros para que aportaran", aclaró.
Tras la repercusión que tuvo su denuncia sobre la situación del estudio, Rodríguez asistió el lunes a una reunión con autoridades tras la cual se mostró optimista.
"Se va a hacer un análisis de la situación de los Estudios y se tomarán las medidas que en su caso correspondan. Empezando por acabar de definir dónde están y hacia dónde se dirigen", informó en el blog.
Esta semana se prevé que el cantautor cubano vuelva a ser noticia debido al estreno del documental "Canción de barrio", de Alejandro Ramírez Anderson, en el que se recogen momentos de los dos primeros años de la gira de conciertos gratuitos que desarrolla por Cuba junto a otros músicos.
EFE
Comparte esta noticia