Jefe policial aseguró que James Holmes fue calculador y actuó con sangre fría con la intención de matar.
James Holmes, de 24 años, supuesto autor de la muerte a tiros de 12 personas en un cine de Aurora (Colorado, EE.UU.) en la madrugada del viernes, actuó solo, dijo hoy el jefe de la policía de la localidad, Dan Oates.
Dan Oates, jefe del departamento de policía de Aurora, negó en una entrevista en el programa "Face the Nation", de la CBS, que se siga la pista a otro sospechoso de colaborar en la preparación del tiroteo o de la compleja trampa explosiva que Holmes tendió en su casa y que fue desactivada ayer por la tarde.
"Estamos interesados en cualquiera que haya tenido contacto con el sospechoso, solo hemos hablado con una persona que tuvo contacto con el sospechoso, la entrevistamos, pero su relación es intrascendente", afirmó Oates para despejar los rumores de un posible cómplice.
"Todas las pruebas que tenemos, cada indicador, nos lleva a que todo ha sido realizado por Holmes y que no recibió particular ayuda de nadie más", sostuvo el jefe policial, que toma parte en la investigación sobre la cuidadosa preparación del tiroteo y la colocación de explosivos que ejecuto el detenido durante meses.
"Estamos montando el caso para mostrar que esto fue un proceso deliberado de un hombre muy inteligente que tenía intención de llevar a cabo lo que hizo", agregó.
Fotos del interior de su casa
El jefe de policía reveló que quedó perplejo al ver las fotos, tomadas por un robot ayer, del interior del apartamento de Holmes, que sembró con trampas explosivas conectadas a cables para que si alguien entraba la vivienda muriera, explosión que hubiese afectado, además, a todo el edificio donde se encontraba.
El agente aseguró que Holmes fue calculador y actuó con sangre fría con la intención de matar.
Oates se felicitó por la rapidez con la que acudieron los primeros policías de su departamento, cuya sede se encuentra cerca del cine atacado.
El jefe policial explicó cómo los dos agentes que detuvieron a Holmes en el exterior del complejo de salas se dieron cuenta que las protecciones antibalas que vestía el tirador y la máscara de gas no eran propias de un miembros de las fuerzas especiales, por lo que no le dejaron escapar.
EFE
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