Nave fue construida entre 1974 y 1976 como prototipo para viajes espaciales.
El transbordador espacial Enterprise, montado en un avión Boeing 747, partió la mañana de viernes desde el Aeropuerto Internacional Dulles al oeste de Washington hacia el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, en Nueva York, rumbo a su destino final en un portaaviones convertido en museo.
El 747 de la agencia espacial estadounidense NASA, con el Enterprise sobre su lomo, voló a una altitud relativamente baja sobre varias áreas metropolitanas de la ciudad de Nueva York, incluidas la Estatua de la Libertad y el Museo Intrepid del Aire y el Espacio de Manhattan.
Varias semanas después de su arribo el Enterprise será desmontado del 747 y se le colocará en una barcaza que, remolcada, lo llevará río arriba por el Hudson hasta el museo en junio.
La NASA explicó que entonces una grúa izará al transbordador espacial y lo colocará en la plataforma del Museo Intrepid, donde quedará en exhibición para el público dentro de un pabellón temporal con clima controlado.
El Enterprise fue construido entre 1974 y 1976 como prototipo de nave para misiones espaciales que pudieran retornar a tierra y ser usadas repetidas veces.
Fue con el Enterprise, montado en aviones, como se probaron sus cualidades aerodinámicas, y esa nave efectuó cinco vuelos atmosféricos libres, planeando, en ensayos de cómo aterrizarían sus sucesores al final de las travesías orbitales.
Estados Unidos puso fin el año pasado a su programa de transbordadores espaciales, y el 17 de abril el Discovery tuvo su vuelo final desde Cabo Cañaveral, en Florida, al Aeropuerto Dulles, también montado sobre un 747 con un paseo aéreo sobre Washington.
EFE
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