Semejante oferta es la de la ´Villa Esquimal´, una iniciativa turística que cuenta con un hotel construido con hielo y cuyas habitaciones están cubiertas de nieve.
Nada mejor que una cama de hielo en un iglú para poner a prueba el fuego de la pasión: esa es la propuesta de un hotel esloveno para celebrar un aniversario o un San Valentín inolvidable.
Semejante oferta es la de la "Villa Esquimal", una iniciativa turística que cuenta con un hotel construido con hielo y cuyas habitaciones están cubiertas de nieve, inaugurado recientemente en el monte de Rogla, un conocido centro de esquí situado en el nordeste de Eslovenia, a dos horas de la capital, Liubliana.
"Se trata de iglús de hielo conectados con pasillos de nieve. Las camas están hechas de bloques de nieve cubiertos de un delgado material de aislamiento y pieles de oveja", explicó a Efe una de las recepcionistas, Ana.
Añadió que los huéspedes reciben sacos de dormir adaptados para temperaturas de hasta 30 grados bajo cero, pero que las habitaciones de hielo, independientemente de la gélida temperatura exterior, se mantienen entre los 0 y los 4 grados.
"La pareja en la suite romántica recibe sacos de dormir que pueden acoplarse para que duerman juntos", explicó la empleada del establecimiento.
El complejo consta del "hotel" propiamente dicho, con sus iglús, en los que pueden pernoctar en un día alrededor de 35 personas, de un iglú-restaurante que puede recibir a más de cien personas y un "ice bar", todo hecho de nieve.
A pesar de estar construido completamente con nieve y hielo, el refugio realmente parece romántico, gracias a la delicada decoración que incluye velas, cojines rojos, pieles de oveja y un corazón excavado en la nieve encima de la cama.
Para que nada falte en la velada, los enamorados reciben en su habitación champán y canapés o algunas de las bebidas de la casa, como el "esquimalito" hecho de vodka y licor de manzana, o el "manzanito esquimal", un zumo de manzana caliente.
Las demás habitaciones tienen grandes camas para familias con hijos o para grupos de amigos, cada uno con su saco de dormir.
"Cuantas más personas haya, más calor se crea dentro", precisó Ana, quien recordó que este es el segundo hotel de este tipo en Eslovenia.
"Dormí como un corderito", aseguró a Efe con una gran sonrisa uno de los visitantes, un esloveno que durmió con un grupo de amigos que acudieron a Rogla para practicar el "snowboard".
Aparte de atraer a amantes del esquí, que en la Eslovenia alpina es el deporte número uno, el monte de Rogla es muy popular también entre aficionados al "snowboard", ya que existen zonas especiales para este deporte.
Según una reciente encuesta un 10 por ciento de los visitantes aseguran pasar frío en este tipo de albergues, pero Ana explicó que cuando trabajó el año pasado en el primer hotel de hielo en Eslovenia, en el monte de Krvavec, casi idéntico al de Rogla, "no conocí a nadie que no lo pasara bien".
"En la "Villa Esquimal" de Krvavec tuvimos el año pasado más de 600 pernoctaciones, 10.000 visitas, 43 reuniones de negocios y 9 festejos. Los visitantes fueron en su mayoría extranjeros, sobre todo británicos e irlandeses", dijo.
Además de las parejas, los más entusiasmados con pasar la noche en este gélido ambiente son los niños.
Debido a que la temporada pasada en la "Villa Esquimal" de Krvavec fue tan buena, la compañía "Koren Sports" decidió abrir este año un establecimiento similar en Rogla.
Se trata de hoteles que hay que construir cada año de nuevo, ya que al de nieve y hielo se derriten en primavera.
Las instalaciones de Rogla fueron inauguradas el 10 de enero y se mantendrán operativas como mínimo hasta finales de marzo, según la empresa gestora.
El hotel fue levantado por 10 personas durante 18 días con unos 12.000 metros cúbicos de nieve y la inversión fue de 30.000 euros.
EFE
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