Un cachorro que no juega cuando es pequeño de adulto será un animal sumiso y tendrá miedo cuando otro perro o humano desconocido se le acerque.
Al igual que los bebés para los cachorros jugar es parte de su vida, como comer y dormir. De esta manera se integra al mundo, conociendo una variedad de cosas.
Jugando, los perros descubren sus capacidades físicas como correr, darse vuelta, girar, saltar, etc. El juego formará su carácter y aprenderá sus primeras conductas de supervivencia como huir del peligro, defenderse, relacionarse con los humanos y otros animales.
De acuerdo a muyperruno.com, a través del juego descubren como deben actuar si quieren conseguir algo o que hacer para evitar algo que no quieren.
Un cachorro que no juega cuando es pequeño de adulto será un animal sumiso y tendrá miedo cuando otro perro o humano desconocido se le acerque.
No te sorprenda ver a tu perro revolcarse con otro can mientras se mordisquean, gruñen y fingen que luchan.
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