Los Warriors anularon a LeBron James y se impusieron 104-91 sobre los Cleveland Cavaliers en la quinta final de la NBA.
Los Golden State Warriors neutralizaron otra sensacional actuación de LeBron James y se impusieron en el quinto encuentro de las Finales de la NBA (104-91) para quedarse a una sola victoria de lograr el título.
Stephen Curry estuvo magnífico con 37 puntos (17 de ellos en el último cuarto), mientras que James sumó 40 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias, su sexto triple-doble en unas Finales de la NBA y el segundo en esta eliminatoria.
Solo Magic Johnson ha conseguido más triples-dobles en la historia de las Finales (8 en 50 partidos). James lo ha logrado seis veces en 32 encuentros.
Tras un inicio poco inspirado -casi tres minutos sin un solo punto en el marcador y cinco pérdidas de los visitantes en 5 minutos-, James se arremangó y, decidido a dejar atrás cualquier titubeo, su figura no tardó en agigantarse.
El alero fue responsable, a través de canastas y asistencias, de 19 de los 22 puntos de su equipo en el primer cuarto y de 43 de los 50 tantos de los suyos al descanso, todo ello gracias al "small-ball" (jugar sin hombres interiores reales) con el que respondió David Blatt a la fórmula desplegada por Steve Kerr.
Si los Warriors apostaban por ese sistema para abrir el campo y dar más espacio a sus tiradores, los Cavaliers lo contrarrestaron con un quinteto donde James, erigido en el faro de los suyos, era el jugador más alto y actuaba como pívot en defensa.
La fórmula funcionó y Cleveland obtuvo sus primeras ventajas (26-31, 30-37) gracias al ubicuo James y a J.R. Smith, fastuoso desde larga distancia (4/7 en 16 minutos), pero Curry se sacó de la chistera dos triples seguidos que junto al esfuerzo desde el banquillo del brasileño Leandro Barbosa facilitaron que los locales llevaran la batuta al descanso (51-50).
La estrella de los Cavs merodeaba ya el triple-doble (20 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias) y lo único que le faltaba a los Cavaliers para controlar a su rival era impedir los contraataques (16 puntos por 2 de los visitantes).
En ese sentido las cosas mejoraron para los de Blatt cuando el ritmo del partido bajó ostensiblemente en el tercer cuarto debido a la intensidad de las defensas, y a pesar del buen trabajo de Tristan Thompson, un parcial de 13-4 en la recta final de ese periodo dio una renta de seis a los Warriors (67-73).
Tras unos instantes de respiro, James regresó a cancha y con él, también la igualdad (75-75).
Capaz de arrastrar una y otra vez a su defensor hasta la pintura, repartir juego con la misma frescura que en el pitido inicial y anotar triples marcianos, la estrella de los Cavs guiaba y arengaba a los suyos (79-80). Sin embargo, los "Splash Brothers" (Curry y Klay Thompson) tenían otros planes.
Dos triples consecutivos con su firma y cinco puntos seguidos de Andre Iguodala señalaban el camino, hasta que el propio Curry, con una jugada marca de la casa y 'crossover' -cambio de dirección- incluido, dio 10 de ventaja (96-86) a los de la bahía de San Francisco a falta de 2:43.
A Cleveland para entonces no le quedaba ni una gota de gasolina en el tanque y Curry dictó sentencia con otro lanzamiento de larga distancia y dos tiros libres (102-89) a falta de un minuto.
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