El tenista suizo terminó con el entusiasmo del canadiense y se metió a la siguiente ronda de este Grand Slam.
El suizo Roger Federer, segundo favorito, desactivó el ímpetu y el mejor arma de su rival, el saque, del canadiense Milos Raonic, para avanzar sin sobresaltos a los cuartos de final de Abierto de Australia (6-4, 7-6(4) y 6-2).
Federer respondió con firmeza a cada intento de su adversario, impactado por la figura del helvético, la mejor raqueta de la historia.
Desde el principio Federer mantuvo a raya al canadiense, una de las raquetas con más devenir del circuito. A Raonic también le pesaron los antecedentes. Había salido malparado de las tres citas previas con el suizo aunque siempre le había plantado batalla.
Seguramente por eso el número dos del mundo impidió el crecimiento del gigante canadiense, que recuperó cierta expectativa en el segundo set, resuelto, también a favor del suizo, en el desempate.
A partir de ese momento, Raonic, que completó el partido con 19 saques directos, levantó la bandera blanca. Se dejó ir resignado a la derrota.
Federer, por su parte, selló una nueva presencia en cuartos de final, donde le espera Jo Wilfried Tsonga, que salió vencedor del duelo entre franceses contra Richard Gasquet (6-4, 3-6, 6-3 y 6-2).
EFE
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