El delantero inglés y su familia disfrutaron de unos días de sol en las playas de Barbados para olvidar la decepción de Sudáfrica.
Wayne Rooney, su esposa Coleen y su pequeño Kai disfrutaron del sol y la playa en Barbados tras la eliminación de Inglaterra del Mundial de Sudáfrica, donde el delantero no mostró un buen nivel.