La británica Dulcibella King-Hall contó ser amante de la velocidad, y que fue piloto de prueba durante la Segunda Guerra Mundial.(Foto:Captura)
Demostrando que el espíritu es lo que importa, una anciana británica decidió tomar un casco y ser la copiloto en un viaje a 170 kilómtro por hora a bordo de un veloz auto de carrera.
Dulcibella King-Hall confesó ser amante de la velocidad, y que regularmente le pide a la enfermera que cuida de ella, que maneje el auto y la silla de ruedad más y más rápido. Por ello no dudó la invitación a dar tres vueltas en el circuito de Brands Hatch para celebrar su cumpleaños "Me sentí muy emocionada..., pero nunca con miedo, declaró.
Ella contó que su afición a la velocidad se debe a que trabajó durante la Segunda Guerra Mundial como un piloto de prueba.
Un BMW-M3 fue el auto en el que se montó y un conocido artista plástico de su país, Gary Palmer, fue el piloto encargado de manejar el poderoso vehículo.
Gary cargó a la mujer de su silla de ruedas al auto, le colocó el casco, le puso el cinturón de seguridad y se prepararon para acelerar a fondo.
"Me sentí muy emocionada cuando íbamos alrededor del circuito, pero nunca con miedo. Siempre me han gustado los autos y el sentimiento de ir así de rápido fue increíble", declaró Dulcibella al rotativo británico Mail, que recoge Europa Press, al finalizar su recorrido.
Dulcibella King-Hall confesó ser amante de la velocidad, y que regularmente le pide a la enfermera que cuida de ella, que maneje el auto y la silla de ruedad más y más rápido. Por ello no dudó la invitación a dar tres vueltas en el circuito de Brands Hatch para celebrar su cumpleaños "Me sentí muy emocionada..., pero nunca con miedo, declaró.
Ella contó que su afición a la velocidad se debe a que trabajó durante la Segunda Guerra Mundial como un piloto de prueba.
Un BMW-M3 fue el auto en el que se montó y un conocido artista plástico de su país, Gary Palmer, fue el piloto encargado de manejar el poderoso vehículo.
Gary cargó a la mujer de su silla de ruedas al auto, le colocó el casco, le puso el cinturón de seguridad y se prepararon para acelerar a fondo.
"Me sentí muy emocionada cuando íbamos alrededor del circuito, pero nunca con miedo. Siempre me han gustado los autos y el sentimiento de ir así de rápido fue increíble", declaró Dulcibella al rotativo británico Mail, que recoge Europa Press, al finalizar su recorrido.
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