Este año murió el último macho de rinoceronte blanco del norte, lo que dejó a la especie al borde de la extinción. Sin embargo, un hallazgo le da nueva esperanza de supervivencia.
(Agencia N+1 / Beatriz de Vera). En marzo pasado, murió Sudán, el último macho de rinoceronte blanco del norte, con lo que solo quedan dos hembras para salvar a la subespecie de la extinción. Las esperanzas, hasta el momento, estaban puestas en el material genético del macho, que los investigadores habían conservado con la esperanza de inseminar artificialmente a una de las dos hembras. Ahora, un equipo de investigadores ha encontrado evidencia genética de que los rinocerontes blancos del norte y del sur se mezclaron durante la última era de hielo. El estudio, publicado en Proceedings of the Royal Society B, podría conducir a una nueva población de híbridos.
Al contrario de sus parientes, la población de rinoceronte blanco del sur ha estado creciendo en las praderas subsaharianas, con un esfuerzo de las agencias gubernamentales para protegerlos. Los rinocerontes blancos del norte y del sur han vivido separados durante tanto tiempo que se han desarrollado en dos subespecies. Para evitar la pérdida completa de la subespecie del norte, los científicos han estado investigando la posibilidad de establecer una población de rinocerontes híbridos: mitad norte, mitad sur.
Pero no estaba claro cuán distintas podrían ser las dos especies, demasiadas diferencias genéticas significarían que no serían capaces de reproducirse. Hasta la fecha, solo se ha producido uno de estos híbridos, una hembra que vivió desde 1977 hasta 2009. Sin embargo, nunca tuvo pareja, lo que ofreció pocas esperanzas para una población híbrida. En este nuevo trabajo, los investigadores realizaron un análisis genético de 200 rinocerontes del norte y del sur, comparándolos por compatibilidad.
Sin garantía de descendencia viable
El análisis mostró que las dos subespecies se habían apareado ocasionalmente durante la última era glacial o era de Hielo, lo que aumentaría considerablemente la probabilidad de que puedan aparearse con éxito hoy. Señalan que incluso si existe la posibilidad, no hay garantía de que la descendencia sea lo suficientemente saludable como para sobrevivir. La única forma de averiguarlo con seguridad es tratar de crear híbridos y ver cómo les va.
En julio pasado, un equipo que trabaja en la producción de híbridos anunció que había creado con éxito embriones híbridos. El siguiente paso será colocarlos en madres de rinocerontes blancos del sur que viven actualmente en cautiverio. Sin embargo, antes de que eso pueda suceder, el equipo deberá recibir el permiso de las autoridades para obtener y utilizar el esperma recolectado de los machos del norte fallecidos.
En Kenia había 20.000 rinocerontes en la década de 1970, número que se redujo a 400 en los 90. Ahora tiene 650, casi todos los cuales son rinocerontes negros. Si bien hay miles de rinocerontes blancos del sur vagando por las llanuras del África subsahariana, décadas de caza furtiva han reducido drásticamente el número de blancos del norte. Los cazadores furtivos pueden vender cuernos de rinoceronte blanco del norte por 50.000 dólares por kilo, lo que los pone por encima del oro.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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