El asesino, José Carlos Varela, era vecino de la familia de la niña. Los vecinos, tras enterarse del hecho, quisieron tomar justicia con sus propias manos.
Salió a cumplir unos recados y no regresó. El pasado sábado 24, la menor Camila Borda (11) salió de su hogar, ubicado en el barrio Junín de Buenos Aires en Argentina, para ir al mercado y comprar algunas cosas que su madre le había pedido. Preocupada por la demora en el retorno, la madre alertó a los agentes policiales, quienes en menos de cuatro horas lograron dar con la niña: la hallaron en una bañera, con signos de estrangulamiento y violación.
Según El País, fueron los vecinos quienes lograron ubicar a Camila. Ellos dieron aviso de la casa de José Carlos Varela (40) que llevaba días “llamando a las niñas del barrio desde detrás de un alambrado”. Cuando la policía ingresó a la vivienda, encontró a la menor con el cuello estrangulado con un cable y cubierto con una bolsa en su bañera.
Tras darse a conocer la escena de crimen, los vecinos del barrio de Junín quisieron hacer justicia con sus propias manos. Ellos rodearon la vivienda e intentaron linchar a Varela, pero como no pudieron, lanzaron piedras a los agentes policiales, y dos patrullas fueron incendiadas. Según El Clarín, los investigadores están seguros de que el hombre llevó con engaños a Camila hasta su casa.
“La niña fue interceptada por él y llevada hasta esa vivienda. El la abusó y le quitó la vida. Yo no tengo ninguna duda de que este hombre es el asesino, la prueba que hemos reunido es suficiente”, dijo a La Red el fiscal de este asesinato, Sergio Terrón. Varela trabajaba como cuidador de una finca que se ubicaba cerca a la casa de Camila y permanecía en una pequeña casa, desde donde captaba menores.
“En Argentina no existe la prisión perpetua”
El abogado argentino de Red de Víctimas de Violación, Andres Bonicalzi, señaló en conversación con RPP que en Argentina no existe la sanción de cadena perpetua, a diferencia de las sanciones que existen en el código penal peruano. “Lo que existe es la sanción de condena máxima que son 35 años de cárcel (…) Lo que sucede en homicidios y abusos sexuales es que en los 2/3 de la condena, la persona los puede cumplir en libertad condicional”, apuntó.
Además, indicó que el cuerpo de la menor es la principal prueba que tienen del delito. “Hay algunos resultados preliminares en lo que la autopsia quedó confirmado que son las lesiones en la zona genital y que la mecánica de la muerte fue el estrangulamiento”, precisó.
Comparte esta noticia