En una gran operación que inició en diciembre de 2016, la Policía reemplazó la droga con harina, puso dispositivos GPS y logró detener a los miembros de la red de narcotráfico.
Argentina descubrió una gran operación de narcotráfico en la Embajada de Rusia en Buenos Aires. Luego de la denuncia del representante diplomático de la Federación Rusa, el Ministerio de Seguridad desarmó una organización que intentó llevar 385 kilos de cocaína a Rusia en 16 maletas.
En una conferencia de prensa, la ministra Patricia Bullrich informó que un subinspector de la Policía de la capital argentina intentó sacar la droga del país fue detenido junto a otra persona. "Un tercero que viajó a Rusia fue arrestado junto con otros dos (en Moscú), mientras hay un prófugo que creemos que la policía alemana lo va a detener", explicó.
Sobre la procedencia de la droga, que posiblemente iba a pasar de Rusia a Alemania, la minstra dijo que aún no había detalles. "Puede ser de Colombia o Perú, los paquetes tenían una estrella y la droga era de altísima pureza que tenía un valor de 50 millones de euros en Europa", dijo.
Al descubierto
La investigación comenzó en diciembre de 2016, cuando el embajador ruso advirtió de bultos sospechosos en una escuela que funciona en un espacio de la sede ubicada en la calle Rodríguez Peña. Para dar con los involucrados, la Policía de Argentina reemplazó la droga por harina y colocó un GPS en las maletas para seguir su entrega.
Al llegar a Rusia las valijas en un vuelo de mudanza diplomática, se detuvo a tres involucrados que no sospechaban que llevaban un polvo inocuo. Entre los detenidos estuvo el ex contador de la sede diplomática, informó Clarín.
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