La recién nacida fue dada por muerta por los médicos que atendieron el parto. Sus familiares oyeron ruidos en su pequeño ataúd y comprobaron que estaba llorando.
Una recién nacida que fue dada por muerta en México por el equipo médico que atendió el parto "resucitó" poco antes de ser sepultada, cuando sus familiares oyeron ruidos en su pequeño ataúd y, al abrirlo, comprobaron que estaba llorando, informó hoy la procuraduría (fiscalía) del estado de Hidalgo.
La bebé nació de forma prematura el pasado lunes en un hospital público de la localidad de Tulancingo, aunque los médicos comunicaron su muerte a la madre, una menor de edad que estaba embarazada de 29 ó 30 semanas.
Horas después, cuando sus familiares estaban en la funeraria, "empezaron a darse cuenta de que había ruidos y movimientos y al destapar la pequeña caja se dieron cuenta de que la niña estaba llorando", explicó hoy en la radio estatal de Hidalgo el procurador (fiscal) general de Justicia de dicho estado, José Alberto Rodríguez.
La recién nacida fue trasladada a un hospital privado de Tulancingo, donde permanece "estable" y su estado de salud es bueno, mientras que la doctora que decretó su muerte y el equipo médico ya han sido apartados del servicio.
El procurador explicó que ya se ha empezado con la averiguación previa para depurar las posibles responsabilidades del hospital y de quienes atendieron el parto, que podrían haber incurrido en un delito de responsabilidad profesional.
Dicho delito "no está tipificado como grave, por lo que no hay posibilidad de arraigar (detención preventiva)" a los presuntos responsables, dijo Rodríguez, quien adelantó que en las próximas horas se les citará a declarar ante un juez.
"No podemos privarlos de libertad al no ser un delito grave -añadió-, aunque dependiendo del grado de responsabilidad se podría dictaminar su libertad bajo fianza", señaló el funcionario.
La procuraduría ya ha encargado un dictámen pericial en materia de medicina legal y ha pedido que se practique un reconocimiento a la menor para comprobar su estado de salud.
También ha solicitado otro dictámen a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico "que será muy importante porque es la autoridad más reconocida a nivel nacional y de ella se podría desprender si existe alguna responsabilidad del personal médico", sostuvo.
Mientras se resuelve este trámite, que suele durar un mes aunque se solicitará acortar los plazos, el procurador avanzó que se empezará con la toma de declaraciones al personal médico del hospital.
"Calculamos que mañana (viernes) se estará recibiendo el primer testimonio y seguiremos con las personas relacionadas para deslindar responsabilidades y ver quién la tiene y quién no", lo que podría ocurrir la próxima semana, concluyó Rodríguez. EFE
La bebé nació de forma prematura el pasado lunes en un hospital público de la localidad de Tulancingo, aunque los médicos comunicaron su muerte a la madre, una menor de edad que estaba embarazada de 29 ó 30 semanas.
Horas después, cuando sus familiares estaban en la funeraria, "empezaron a darse cuenta de que había ruidos y movimientos y al destapar la pequeña caja se dieron cuenta de que la niña estaba llorando", explicó hoy en la radio estatal de Hidalgo el procurador (fiscal) general de Justicia de dicho estado, José Alberto Rodríguez.
La recién nacida fue trasladada a un hospital privado de Tulancingo, donde permanece "estable" y su estado de salud es bueno, mientras que la doctora que decretó su muerte y el equipo médico ya han sido apartados del servicio.
El procurador explicó que ya se ha empezado con la averiguación previa para depurar las posibles responsabilidades del hospital y de quienes atendieron el parto, que podrían haber incurrido en un delito de responsabilidad profesional.
Dicho delito "no está tipificado como grave, por lo que no hay posibilidad de arraigar (detención preventiva)" a los presuntos responsables, dijo Rodríguez, quien adelantó que en las próximas horas se les citará a declarar ante un juez.
"No podemos privarlos de libertad al no ser un delito grave -añadió-, aunque dependiendo del grado de responsabilidad se podría dictaminar su libertad bajo fianza", señaló el funcionario.
La procuraduría ya ha encargado un dictámen pericial en materia de medicina legal y ha pedido que se practique un reconocimiento a la menor para comprobar su estado de salud.
También ha solicitado otro dictámen a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico "que será muy importante porque es la autoridad más reconocida a nivel nacional y de ella se podría desprender si existe alguna responsabilidad del personal médico", sostuvo.
Mientras se resuelve este trámite, que suele durar un mes aunque se solicitará acortar los plazos, el procurador avanzó que se empezará con la toma de declaraciones al personal médico del hospital.
"Calculamos que mañana (viernes) se estará recibiendo el primer testimonio y seguiremos con las personas relacionadas para deslindar responsabilidades y ver quién la tiene y quién no", lo que podría ocurrir la próxima semana, concluyó Rodríguez. EFE
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