El primer ministro italiano se desplazó a la región de Los Abruzos para la entrega de llaves de viviendas a afectados por sismo ocurrido el pasado 6 de abril.
Berlusconi (Milán, 1936), quien ya el pasado 15 de septiembre
acudiera a la entrega de otras 94 casas en el pequeño pueblo de
Onna, se desplazó en esta ocasión a la capital de la región,
L"Aquila, para dar las llaves de 400 viviendas en el nuevo barrio de
Bazzano.
Con un despliegue audiovisual propio de un programa de
telerrealidad, con varias cámaras instaladas dentro de una de las
casas que se entregaron hoy para que no escapara detalle, el
mandatario italiano visitó en compañía de los nuevos inquilinos
algunas de las viviendas para los afectados por el seísmo.
"Éste es el Estado que nos gusta ver, que queremos construir
todos juntos, que tiene una medalla en el pecho que es el gran
milagro de L"Aquila", dijo Berlusconi durante la entrega de las
llaves.
"Ésta es la Italia verdadera, la que querríamos ver siempre.
Hemos batido todos los récords. Hoy es un día de fiesta, debemos
estar felices", añadió.
En uno de esos momentos espontáneos con los que tanto disfruta el
político y empresario, una ciudadana de L"Aquila le pidió que no se
enfadara con sus "adversarios", a lo que Berlusconi respondió: "¿Yo
me enfado? No, son ellos los que se enfadan conmigo".
Durante este 29 de septiembre, Berlusconi quiso también agradecer
a todos aquellos que han trabajado en la reconstrucción de Los
Abruzos y afirmó que esta reconstrucción da muestras de que, si se
es "positivo", los milagros pueden ocurrir.
"Lo hemos conseguido. Considerando las leyes, la burocracia que
tenemos en Italia esto es un milagro y no nos detendremos hasta que
el último que ha perdido su casa no tenga un techo elegante y
confortable sobre su propia cabeza", incidió el primer ministro
italiano.
Berlusconi compartió la comida del día de su cumpleaños con,
entre otros, el presidente de Los Abruzos, Gianni Chiodi, y el jefe
de la Protección Civil italiana, Guido Bertolaso, en el cuartel de
la Guardia de Finanzas de L"Aquila, sede operativa durante los días
de desescombro tras el terremoto del pasado abril.
Allí, el primer ministro sopló las 73 velas de una tarta que le
llevaron y deseó a todos los presentes que puedan llegar a su edad
con "todas las ganas de vivir" que él tiene.
Ya a primera hora de la mañana, antes de llegar a L"Aquila,
Berlusconi entró por teléfono en el programa matinal de la cadena de
televisión pública Rai 1 para recibir la felicitación por el
cumpleaños y allí se despidió con una frase que enseguida destacaron
los medios de comunicación italianos.
"Llamadme más a menudo, porque así me siento menos sólo", dijo el
primer ministro de Italia. EFE
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