"(Verónica) me ha dicho que voy con menores. Se ha dejado instrumentalizar por los periódicos de izquierdas", sostuvo el primer ministro italiano.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha dicho que su mujer, Verónica Lario, tendrá que pedirle perdón "públicamente" y ha añadido que no sabe si esta vez desea una reconciliación como en otras ocasiones.
Preguntado acerca de si existe la posibilidad de que se retome la relación, Berlusconi dijo: "No creo, no sé si lo quiero esta vez", en una conversación que publica hoy el diario "Corriere della Sera".
El diario "La Repubblica" señala además que Berlusconi ha advertido que será "durísimo e inflexible" con el divorcio.
Según dicho rotativo, que reproduce una conversación privada entre Berlusconi y su abogado, Niccoló Ghedini, el primer ministro italiano no ha hablado con su mujer directamente sobre el divorcio.
La ex actriz Verónica Lario confirmó el domingo que va a pedir el divorcio tras la últimas actuaciones de Berlusconi, como la inclusión de jóvenes guapas en las listas de su partido para las elecciones europeas y la visita que hizo hace unos días en Nápoles a una joven de 18 años, que le llamaba "papi".
"Me ha dicho que voy con menores. Una cosa increíble. Se ha dejado instrumentalizar por los periódicos de izquierdas. Tendría que avergonzarse. Lo ha hecho para poner a mis hijos en mi contra", se lamentó Berlusconi.
"Es la tercera vez -indicó- que en una campaña electoral me juega una mala pasada de este tipo", en referencia a las próximas elecciones al Parlamento Europeo (PE) del 7 de junio.
Precisamente, sobre este tema y sobre la posibilidad de que el partido que lidera, el Pueblo de la Libertad (PDL), incluyera en sus listas a presentadoras y ex bailarinas de televisión, Berlusconi defendió su posición.
"Quiero aclarar de una vez por todas que no incluimos en la lista a una "vellina" (como se conoce en Italia a las bailarinas de un famoso programa de televisión Canale 5)", afirmó Berlusconi, y arguyó que todas las jóvenes en las que se había pensado para formar la candidatura del PDL eran "buenas chicas con óptimos estudios", dijo al Corriere della Sera.
Sobre la fiesta por los 18 años de la joven de Nápoles, Noemi Letizia, a la que asistió el pasado 26 de abril, y que provocó la ira de su esposa, el magnate de la televisión se defendió diciendo que se trataba de la hija de un amigo al que no supo decir que no.
"Aquel día me llamó el padre (de Noemi), un amigo mío de hace muchos años, y cuando supo que aquel día iba a estar en Nápoles (...) insistió para que pasara, sólo dos minutos, a la fiesta de cumpleaños de su hija", señaló Berlusconi.
Asimismo, explicó que la joven le llamó "papi" como resultado de una broma.
Berlusconi lamentó que su esposa haya creído "las versiones falsas" sobre esa noche, que, según narró, acabó con un encuentro con el presidente del Nápoles, Aurelio De Laurentis, al que felicitó por haber ayudado al Milán en su remontada en la clasificación de la Liga de Fútbol.
Esa noche el Nápoles derrotó al Inter de Milán, primero en la tabla, por lo que ayudó al Milán, presidido por Berlusconi y segundo, a acortar distancias con el líder.
"Verónica (Lario) ha caído en una trampa mediática", refirió Berlusconi, que comentó que sus hijos le han manifestado su solidaridad.
Berlusconi se enamoró en 1980 de Verónica Lario cuando esta interpretaba el "Magnifico Cornudo", de Fernand Cromelynk, en el teatro Manzoni de Milán. Fue todo un flechazo.
Verónica era entonces una sexy y bella actriz de escaso éxito, mientras que Berlusconi ya era un magnate y estaba casado con Carla dall" Oglio, con la que tenía dos hijos.
La pasión Lario-Berlusconi se desató en la antigua villa Bortelli, sede de Fininvest, en Milán y fruto de ella en 1984 nació su primera hija, Barbara.
Un año después vino en divorcio de su primera mujer y el nacimiento de otros dos hijos, Eleonora, hoy de 22 años y Luigi, de 20.
El 15 de diciembre de 1990 Silvio Berlusconi y Verónica Lario se casaban en ceremonia civil en el Palazzo Marino de Milán apadrinados por Bettino Craxi, ex presidente de la República. EFE
Preguntado acerca de si existe la posibilidad de que se retome la relación, Berlusconi dijo: "No creo, no sé si lo quiero esta vez", en una conversación que publica hoy el diario "Corriere della Sera".
El diario "La Repubblica" señala además que Berlusconi ha advertido que será "durísimo e inflexible" con el divorcio.
Según dicho rotativo, que reproduce una conversación privada entre Berlusconi y su abogado, Niccoló Ghedini, el primer ministro italiano no ha hablado con su mujer directamente sobre el divorcio.
La ex actriz Verónica Lario confirmó el domingo que va a pedir el divorcio tras la últimas actuaciones de Berlusconi, como la inclusión de jóvenes guapas en las listas de su partido para las elecciones europeas y la visita que hizo hace unos días en Nápoles a una joven de 18 años, que le llamaba "papi".
"Me ha dicho que voy con menores. Una cosa increíble. Se ha dejado instrumentalizar por los periódicos de izquierdas. Tendría que avergonzarse. Lo ha hecho para poner a mis hijos en mi contra", se lamentó Berlusconi.
"Es la tercera vez -indicó- que en una campaña electoral me juega una mala pasada de este tipo", en referencia a las próximas elecciones al Parlamento Europeo (PE) del 7 de junio.
Precisamente, sobre este tema y sobre la posibilidad de que el partido que lidera, el Pueblo de la Libertad (PDL), incluyera en sus listas a presentadoras y ex bailarinas de televisión, Berlusconi defendió su posición.
"Quiero aclarar de una vez por todas que no incluimos en la lista a una "vellina" (como se conoce en Italia a las bailarinas de un famoso programa de televisión Canale 5)", afirmó Berlusconi, y arguyó que todas las jóvenes en las que se había pensado para formar la candidatura del PDL eran "buenas chicas con óptimos estudios", dijo al Corriere della Sera.
Sobre la fiesta por los 18 años de la joven de Nápoles, Noemi Letizia, a la que asistió el pasado 26 de abril, y que provocó la ira de su esposa, el magnate de la televisión se defendió diciendo que se trataba de la hija de un amigo al que no supo decir que no.
"Aquel día me llamó el padre (de Noemi), un amigo mío de hace muchos años, y cuando supo que aquel día iba a estar en Nápoles (...) insistió para que pasara, sólo dos minutos, a la fiesta de cumpleaños de su hija", señaló Berlusconi.
Asimismo, explicó que la joven le llamó "papi" como resultado de una broma.
Berlusconi lamentó que su esposa haya creído "las versiones falsas" sobre esa noche, que, según narró, acabó con un encuentro con el presidente del Nápoles, Aurelio De Laurentis, al que felicitó por haber ayudado al Milán en su remontada en la clasificación de la Liga de Fútbol.
Esa noche el Nápoles derrotó al Inter de Milán, primero en la tabla, por lo que ayudó al Milán, presidido por Berlusconi y segundo, a acortar distancias con el líder.
"Verónica (Lario) ha caído en una trampa mediática", refirió Berlusconi, que comentó que sus hijos le han manifestado su solidaridad.
Berlusconi se enamoró en 1980 de Verónica Lario cuando esta interpretaba el "Magnifico Cornudo", de Fernand Cromelynk, en el teatro Manzoni de Milán. Fue todo un flechazo.
Verónica era entonces una sexy y bella actriz de escaso éxito, mientras que Berlusconi ya era un magnate y estaba casado con Carla dall" Oglio, con la que tenía dos hijos.
La pasión Lario-Berlusconi se desató en la antigua villa Bortelli, sede de Fininvest, en Milán y fruto de ella en 1984 nació su primera hija, Barbara.
Un año después vino en divorcio de su primera mujer y el nacimiento de otros dos hijos, Eleonora, hoy de 22 años y Luigi, de 20.
El 15 de diciembre de 1990 Silvio Berlusconi y Verónica Lario se casaban en ceremonia civil en el Palazzo Marino de Milán apadrinados por Bettino Craxi, ex presidente de la República. EFE
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