Fuentes policiales informaron que los terroristas usaron, para cometer el atentado, un auto Chevrolet Swift 1994 de color gris, cargado con 50 kilogramos de explosivo anfo.
El atentado con coche bomba contra el conjunto de edificios que albergan Caracol Radio y la Agencia EFE, en la zona financiera de Bogotá, dejó hoy nueve heridos y cuantiosos daños materiales, además de generar una gran conmoción entre los colombianos seis días después de la investidura del nuevo presidente Juan Manuel Santos.
Las autoridades investigan quién puede estar detrás este atentado, perpetrado con un coche bomba que contenía 50 kilogramos de explosivo anfo, ya que por ahora ningún grupo armado se ha atribuido la acción terrorista.
La gran explosión se produjo en torno a las 05.30 hora local (10.30 GMT), rompió los cristales de varios edificios de la zona, donde hay muchas oficinas y viviendas, y dejó un agujero en una de las principales arterias de Bogotá, la Carrera Séptima, según constató Efe.
Fuentes policiales informaron que los terroristas usaron, para cometer el atentado, un auto Chevrolet Swift 1994 de color gris, cargado con 50 kilogramos de explosivo anfo y que, al parecer, habría sido activado a través de un teléfono móvil.
El atentado se produce solo seis días después de la investidura de Juan Manuel Santos como presidente de Colombia, quien de inmediato se trasladó a la zona de la explosión para recibir la información recabada hasta ahora por la Policía, que no descarta ninguna hipótesis sobre el atentado.
Ante los periodistas, el mandatario prometió no "bajar la guardia" en la lucha contra el terrorismo.
"Como todo acto terrorista, lo que quieren es perturbar, generar miedo en la población. No lo van a lograr, todo lo contrario. Nos recuerda que no podemos bajar la guardia, el país debe estar absolutamente tranquilo", dijo Santos.
También confirmó que, "afortunadamente", no hay víctimas mortales y detalló que los edificios afectados, que albergan en conjunto más de 1.000 predios entre locales comerciales, oficinas y apartamentos, sufrieron daños materiales, pero "no estructurales".
Nueve personas fueron atendidas por los servicios médicos tras la explosión, según el secretario de salud de Bogotá, Héctor Zambrano, quien agregó que tres de ellas debieron ser trasladadas al hospital con heridas de consideración.
La más grave es una mujer de 31 años, limpiadora de una peluquería ubicada frente al lugar de la explosión, que tiene lesiones en el rostro por esquirlas de bomba y fue intervenida.
La explosión, que no provocó una tragedia mayor porque a esa hora apenas había gente en la calle y todavía no habían abierto las oficinas, mantiene a los bogotanos conmocionados, pues desde octubre de 2006 no se producía un atentado con bomba en la ciudad.
Las autoridades tratan de establecer ahora si el atentado estaba dirigido a amedrentar a los medios de comunicación, en particular a Caracol Radio, cuyas instalaciones han sufrido destrozos.
Ni el personal de la agencia EFE en Bogotá ni sus instalaciones, situadas en el complejo de edificios afectado, sufrieron daños a causa de la potente explosión.
La Agencia EFE tiene dos oficinas, la delegación de Colombia y la Mesa de Edición para América, en uno de los anexos del edificio donde está Caracol Radio, en el que también tiene una oficina el ex presidente liberal César Gaviria y funcionan sucursales de los bancos Bancolombia y BBVA.
El reconocido periodista Darío Arizmendi, quien dio la noticia de la explosión en directo, se encontraba en esos momentos emitiendo el programa matutino de Caracol Radio que él mismo dirige.
Arizmendi vivió exiliado en Miami durante varios meses en 2007 y ha pasado temporadas en España tras recibir amenazas de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Las reacciones de condena al atentado surgieron de inmediato tanto en Colombia, de parte de la oficina de la ONU, políticos, asociaciones de periodistas y de todo el Gobierno, como en el exterior.
"Podemos sentirnos tranquilos los colombianos, los terroristas lo que buscan es crear zozobra, alterar la normalidad y nuestra respuesta tiene que ser no caer en ese juego y en esa trampa", dijo a los periodistas el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, poco después de que Santos pidiera también tranquilidad a los ciudadanos.
El Fiscal General de la Nación, Guillermo Mendoza Diago, designó a un funcionario especializado de la Unidad Nacional contra el Terrorismo para que inicie la investigación del atentado.
Por su lado, el alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, convocó un consejo extraordinario de seguridad para analizar la información recabada sobre la explosión, así como medidas para reforzar la protección a los medios de comunicación.
Mientras, la zona donde fue colocado el coche bomba y sus alrededores sigue acordonada, y la Carrera Séptima, una de las principales arterias de Bogotá, permanece cortada, lo que mantiene colapsado el tráfico en buena parte de la ciudad. EFE
Las autoridades investigan quién puede estar detrás este atentado, perpetrado con un coche bomba que contenía 50 kilogramos de explosivo anfo, ya que por ahora ningún grupo armado se ha atribuido la acción terrorista.
La gran explosión se produjo en torno a las 05.30 hora local (10.30 GMT), rompió los cristales de varios edificios de la zona, donde hay muchas oficinas y viviendas, y dejó un agujero en una de las principales arterias de Bogotá, la Carrera Séptima, según constató Efe.
Fuentes policiales informaron que los terroristas usaron, para cometer el atentado, un auto Chevrolet Swift 1994 de color gris, cargado con 50 kilogramos de explosivo anfo y que, al parecer, habría sido activado a través de un teléfono móvil.
El atentado se produce solo seis días después de la investidura de Juan Manuel Santos como presidente de Colombia, quien de inmediato se trasladó a la zona de la explosión para recibir la información recabada hasta ahora por la Policía, que no descarta ninguna hipótesis sobre el atentado.
Ante los periodistas, el mandatario prometió no "bajar la guardia" en la lucha contra el terrorismo.
"Como todo acto terrorista, lo que quieren es perturbar, generar miedo en la población. No lo van a lograr, todo lo contrario. Nos recuerda que no podemos bajar la guardia, el país debe estar absolutamente tranquilo", dijo Santos.
También confirmó que, "afortunadamente", no hay víctimas mortales y detalló que los edificios afectados, que albergan en conjunto más de 1.000 predios entre locales comerciales, oficinas y apartamentos, sufrieron daños materiales, pero "no estructurales".
Nueve personas fueron atendidas por los servicios médicos tras la explosión, según el secretario de salud de Bogotá, Héctor Zambrano, quien agregó que tres de ellas debieron ser trasladadas al hospital con heridas de consideración.
La más grave es una mujer de 31 años, limpiadora de una peluquería ubicada frente al lugar de la explosión, que tiene lesiones en el rostro por esquirlas de bomba y fue intervenida.
La explosión, que no provocó una tragedia mayor porque a esa hora apenas había gente en la calle y todavía no habían abierto las oficinas, mantiene a los bogotanos conmocionados, pues desde octubre de 2006 no se producía un atentado con bomba en la ciudad.
Las autoridades tratan de establecer ahora si el atentado estaba dirigido a amedrentar a los medios de comunicación, en particular a Caracol Radio, cuyas instalaciones han sufrido destrozos.
Ni el personal de la agencia EFE en Bogotá ni sus instalaciones, situadas en el complejo de edificios afectado, sufrieron daños a causa de la potente explosión.
La Agencia EFE tiene dos oficinas, la delegación de Colombia y la Mesa de Edición para América, en uno de los anexos del edificio donde está Caracol Radio, en el que también tiene una oficina el ex presidente liberal César Gaviria y funcionan sucursales de los bancos Bancolombia y BBVA.
El reconocido periodista Darío Arizmendi, quien dio la noticia de la explosión en directo, se encontraba en esos momentos emitiendo el programa matutino de Caracol Radio que él mismo dirige.
Arizmendi vivió exiliado en Miami durante varios meses en 2007 y ha pasado temporadas en España tras recibir amenazas de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Las reacciones de condena al atentado surgieron de inmediato tanto en Colombia, de parte de la oficina de la ONU, políticos, asociaciones de periodistas y de todo el Gobierno, como en el exterior.
"Podemos sentirnos tranquilos los colombianos, los terroristas lo que buscan es crear zozobra, alterar la normalidad y nuestra respuesta tiene que ser no caer en ese juego y en esa trampa", dijo a los periodistas el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, poco después de que Santos pidiera también tranquilidad a los ciudadanos.
El Fiscal General de la Nación, Guillermo Mendoza Diago, designó a un funcionario especializado de la Unidad Nacional contra el Terrorismo para que inicie la investigación del atentado.
Por su lado, el alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, convocó un consejo extraordinario de seguridad para analizar la información recabada sobre la explosión, así como medidas para reforzar la protección a los medios de comunicación.
Mientras, la zona donde fue colocado el coche bomba y sus alrededores sigue acordonada, y la Carrera Séptima, una de las principales arterias de Bogotá, permanece cortada, lo que mantiene colapsado el tráfico en buena parte de la ciudad. EFE
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