La rivalidad de bandos desencadenó una matanza que recién pudo controlarse 14 horas después.
Al menos 30 reos muertos dejó un motín en la prisión brasileña de Alcaçuz, ubicada en Río Grande do Norte. La matanza se produjo en medio de enfrentamientos entre dos bandos rivales. Unas tres víctimas fueron decapitadas y otras perecieron por quemaduras en el cuerpo.
El conflicto se produjo en la tarde del último sábado y se extendió hasta el día siguiente. La Policía Militar recién ingresó este domingo para controlar la situación. Las autoridades del centro penitenciario recomendaron esperar a que amanezca, pues los presos habían cortado la energía eléctrica. Además, se informó que portaban armas.
Disputa territorial. Una vez dentro, se halló una treintena de cadáveres, aunque es posible la existencia de más. "Seguramente, hay más de 30 muertos", dijo el comisario Otacillo de Medeiros.
Según señalaron los directivos del penal, el motivo de la pelea sería el control del narcotráfico. Los grupos enfrentados pertenecerían al Primer Comando de la Capital (PCC) de São Paulo y el Comando Vermelho de Rio de Janeiro y sus aliados.
Matanzas constantes. La cárcel de Alcaçuz alberga a cerca de 1100 reclusos. Sin embargo, solo tiene capacidad para 620. El hacinamiento en las cárceles brasileñas es la causa principal de las grescas entre grupos criminales.
Tan solo este mes se han reportado más de 100 presos asesinados por sus compañeros en diferentes penales de Brasil. Los últimos motines tuvieron como escenarios las prisiones de Manaos (Amazonas), Boa Vista (Roraima) y Paraiba.
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