Las cámaras de seguridad del Metro captaron el preciso momento en que un joven lanza patadas y puñetazos a otro muchacho a quien consideraba un fascista.
Un joven que dice ser 'antifascista' golpeó brutalmente a otro de 18 años, llamado Alberto, en un tren del Metro, en España, y fue grabado por las cámaras de seguridad.
La víctima volvía desde su trabajo en Metro cuando sin mediar palabra, otro joven, de iniciales R.B.A. le agredió brutalmente con varias patadas en la cara y puñetazos, dejándole dos semanas de baja con una lesión en el ojo derecho, por la que necesita tratamiento oftalmológico.
En las imágenes del Metro se ve cómo el agresor pasa por delante del agredido que, sentado, retira un poco las piernas para dejarle pasar.
A continuación, el agresor tira su mochila en un rincón y, sin mediar palabra, propina una patada en la cara al agredido, a quien el victimario consideraba un fascista.
A partir de ahí, le lanza múltiples puñetazos y otra patada sin que la víctima pueda defenderse, informa El Mundo.
Todo termina cuando intervienen dos policías que estaban por casualidad en el vagón.
Durante toda la agresión, las personas que estaban a su alrededor apenas salen de su asombro y sólo se ve un par de manos que intentan detener al agresor.
La víctima volvía desde su trabajo en Metro cuando sin mediar palabra, otro joven, de iniciales R.B.A. le agredió brutalmente con varias patadas en la cara y puñetazos, dejándole dos semanas de baja con una lesión en el ojo derecho, por la que necesita tratamiento oftalmológico.
En las imágenes del Metro se ve cómo el agresor pasa por delante del agredido que, sentado, retira un poco las piernas para dejarle pasar.
A continuación, el agresor tira su mochila en un rincón y, sin mediar palabra, propina una patada en la cara al agredido, a quien el victimario consideraba un fascista.
A partir de ahí, le lanza múltiples puñetazos y otra patada sin que la víctima pueda defenderse, informa El Mundo.
Todo termina cuando intervienen dos policías que estaban por casualidad en el vagón.
Durante toda la agresión, las personas que estaban a su alrededor apenas salen de su asombro y sólo se ve un par de manos que intentan detener al agresor.
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