"Pueden haber cambiado sus apariencias", advirtió la Policía al informar sobre la -por ahora- estéril búsqueda de Bryer Schmegelsky (18) y Kam McLeod (19), acusados de ser asesinos seriales, a pesar de la masiva movilización de agentes.
El misterio y la confusión que rodea a dos fugitivos acusados de tres asesinatos en el oeste de Canadá aumentó este viernes después de que la Policía dijera que pueden haber evadido el masivo despliegue montado en una remota región del centro del país en la que se escondían. El caso dio una nueva vuelta, además, este miércoles, cuando el canal CTV News informó que agentes dejaron marchar a los jóvenes luego de detenerlos en un control de carretera para inspeccionar su auto.
Bryer Schmegelsky (18) y Kam McLeod (19) son sospechosos de haber asesinado en la provincia de Columbia Británica a una pareja de turistas, la estadounidense Chynna Deese (24) y el australiano Lucas Fowler (23), así como a un experto botánico, Leonard Dyck (64). La Policía los busca desde el lunes de la semana pasada cuando el auto que usaron para huir de esta provincia apareció calcinado. Los jóvenes habían sido avistados al menos dos veces por residentes de Gillam (provincia de Manitoba), comunidad de unos 1.200 habitantes situada más de 3.000 kilómetros de carretera al noroeste de Toronto y cerca de la bahía de Hudson.
Huyeron de una masiva búsqueda
El último viernes, la Policía Montada advirtió en Twitter que Bryer Schmegelsky y Kam McLeod "pueden haber cambiado sus apariencias y han recibido asistencia por parte de alguien que no sabía quiénes eran para abandonar el área". La huida se produjo a pesar de la intensa búsqueda y el masivo despliegue policial en una zona de ciénagas y bosques en las cercanías de la localidad de Gillam. Cuando fueron detenidos la semana pasada en un control de carretera en Split Lake, en la misma provincia de Manitoba aún no eran sospechosos y solo se revisó su auto en búsqueda de alcohol, ilegal en el condado.
La razón por la que dos fugitivos recorrieron en pocos días los 5.000 kilómetros que separan Gillam del lugar en Columbia Británica donde se encontraron los restos de Deese, Fowler y Dyck es un misterio para los investigadores. En realidad, todo lo que ha acontecido desde mediados de julio en relación con los dos fugitivos es un gran misterio que nadie parece entender, ni los familiares de los dos jóvenes ni las familias de los fallecidos ni los investigadores policiales.
Preguntas sin resolver
¿Por qué dos jóvenes de la isla de Vancouver que trabajaban en un supermercado Walmart y habían decidido ir a buscar empleo en el territorio de Yukon asesinaron a tres desconocidos que encontraron en su camino? ¿Por qué la pareja eligió a Deese, Fowler y Dyck? ¿Y por qué Schmegelsky y McLeod decidieron escapar a un callejón sin salida -Gillam es una de las últimas poblaciones del norte de Manitoba conectadas por carretera-, en vez de huir hacia el sur, a zonas con más población y vías de escape?
La respuestas a estas y otras preguntas parece que sólo se tendrán cuando los dos fugitivos sean capturados por la Policía aunque algunos, incluido el padre de Schmegelsky, creen que las acciones de los dos jóvenes indican que no serán aprehendidos con vida. Mientras, el temor y los rumores se están diseminando en el norte de Manitoba. Este viernes, en un grupo de Facebook de una de las comunidades cercanas a Gillam alguien publicó un mensaje en el que declaró que vio en la noche del jueves a uno de los sospechosos caminando por la noche. En poco tiempo, el mensaje acumuló casi 200 respuestas, algunas de ellas de gente aterrorizada antes de que se supiera que no era cierto.
El temor y la confusión también se extendieron rápidamente por el norte de Columbia Británica cuando a mediados de julio se descubrieron los cuerpos tiroteados de Deese y Fowler y se pensó que la desaparición de Schmegelsky y McLeod era fruto de un desconocido asesino en serie. Sólo cuando el 19 de julio la Policía Montada encontró el cadáver de Dyck, mientras intentaban localizar a Schmegelsky y McLeod, las autoridades se dieron cuenta de que los dos jóvenes no eran víctimas sino los supuestos autores del reguero de muertes en la remota zona fronteriza con Alaska. Con su huida de Gillam, aparentemente confirmada, los dos fugitivos habrían burlado una vez más en pocos días a la Policía Montada canadiense. EFE
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