El Ejecutivo boliviano, sin embargo, ratifica que restablecimiento de relaciones depende de la entrega de ex ministros acusados de genocidio en La Paz.
El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, abogó hoy por encontrar un "espacio de diálogo" con Perú, pero advirtió de que su Gobierno no aceptará "condiciones" para restablecer las relaciones entre ambos países.
En declaraciones a los medios, Choquehuanca insistió en que el Gobierno de Evo Morales desea "relaciones de hermandad" con Perú, al tiempo que indicó que la comunicación con el país vecino es "normales", a pesar de que Lima llamó a consultas a su embajador, Fernando Rojas, hace una semana.
La cancillería de Perú espera una disculpa del Gobierno boliviano después de que el presidente Morales calificara de "genocidio" los enfrentamientos en la región peruana de Bagua y de que la ONU señalara posteriormente que "no existen los elementos" para aplicar tal figura a ese conflicto.
Ayer, Morales descartó pedir perdón por sus afirmaciones, alegando que "cuando se trata de defender la vida no hay nada por qué pedir perdón".
Las relaciones entre Bolivia y Perú pasan por un nuevo momento crítico por el cruce de acusaciones entre ambos Gobiernos a raíz de los enfrentamientos en la amazónica Bagua que se saldaron con 34 muertos (24 policías y 10 indígenas) según las cifras oficiales.
"Las autoridades peruanas van a analizar (la situación entre ambos países), pero nuestros pueblos no quieren que rompamos nuestras relaciones. (...) Recapacitarán, y el embajador retornará pronto", aseguró el canciller.
Líderes de organizaciones sociales bolivianas también mostraron hoy su apoyo al presidente Morales y destacaron que las autoridades peruanas tienen que pedir perdón a Bolivia por acusar a su presidente y a varios dirigentes campesinos de instigar los enfrentamientos entre policía e indígenas.
"Tienen que disculparse ellos porque son los que usaron nuestro nombre para disimular la masacre que han hecho en Bagua a nuestros hermanos indígenas", manifestó la líder cocalera Leonilda Zurita.
De igual manera se expresó el dirigente campesino Isaac Ávalos, quien lamentó que se les acusara de los asesinatos. "Ni aparecimos", señaló.
A pesar de no aceptar condiciones del Gobierno de Perú, el Ejecutivo boliviano reiteró que el restablecimiento de las relaciones depende de que la Administración de Alan García "entregue" a los tres ex ministros acusados de genocidio y asilados en Perú.
"No puede ser que, conociendo concretamente sobre el proceso y los hechos, sigan manteniendo este asilo. Afecta a las relaciones bilaterales, a las buenas relaciones. Conociendo toda la información, tendrían que revocar esta posición", concluyó el canciller Choquehuanca. EFE
Foto: EFE
En declaraciones a los medios, Choquehuanca insistió en que el Gobierno de Evo Morales desea "relaciones de hermandad" con Perú, al tiempo que indicó que la comunicación con el país vecino es "normales", a pesar de que Lima llamó a consultas a su embajador, Fernando Rojas, hace una semana.
La cancillería de Perú espera una disculpa del Gobierno boliviano después de que el presidente Morales calificara de "genocidio" los enfrentamientos en la región peruana de Bagua y de que la ONU señalara posteriormente que "no existen los elementos" para aplicar tal figura a ese conflicto.
Ayer, Morales descartó pedir perdón por sus afirmaciones, alegando que "cuando se trata de defender la vida no hay nada por qué pedir perdón".
Las relaciones entre Bolivia y Perú pasan por un nuevo momento crítico por el cruce de acusaciones entre ambos Gobiernos a raíz de los enfrentamientos en la amazónica Bagua que se saldaron con 34 muertos (24 policías y 10 indígenas) según las cifras oficiales.
"Las autoridades peruanas van a analizar (la situación entre ambos países), pero nuestros pueblos no quieren que rompamos nuestras relaciones. (...) Recapacitarán, y el embajador retornará pronto", aseguró el canciller.
Líderes de organizaciones sociales bolivianas también mostraron hoy su apoyo al presidente Morales y destacaron que las autoridades peruanas tienen que pedir perdón a Bolivia por acusar a su presidente y a varios dirigentes campesinos de instigar los enfrentamientos entre policía e indígenas.
"Tienen que disculparse ellos porque son los que usaron nuestro nombre para disimular la masacre que han hecho en Bagua a nuestros hermanos indígenas", manifestó la líder cocalera Leonilda Zurita.
De igual manera se expresó el dirigente campesino Isaac Ávalos, quien lamentó que se les acusara de los asesinatos. "Ni aparecimos", señaló.
A pesar de no aceptar condiciones del Gobierno de Perú, el Ejecutivo boliviano reiteró que el restablecimiento de las relaciones depende de que la Administración de Alan García "entregue" a los tres ex ministros acusados de genocidio y asilados en Perú.
"No puede ser que, conociendo concretamente sobre el proceso y los hechos, sigan manteniendo este asilo. Afecta a las relaciones bilaterales, a las buenas relaciones. Conociendo toda la información, tendrían que revocar esta posición", concluyó el canciller Choquehuanca. EFE
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