España y de Portugal han sido las zonas más afectadas por la nube de ceniza, que ha provocado el cierre una veintena de aeropuertos y la cancelación de numerosos vuelos.
La ceniza del volcán islandés Eyjafjallajokull ha vuelto a perturbar hoy el tráfico aéreo en Europa, con el cierre de numerosos aeropuertos en el sur del continente e importantes retrasos en los vuelos transatlánticos, una situación que a priori continuará mañana en algunas zonas.
El norte de España y de Portugal han sido hoy las zonas más afectadas por la nube volcánica, que ha provocado el cierre de más de una veintena de aeropuertos y, por tanto, la cancelación de numerosos vuelos.
Las autoridades responsables del tráfico aéreo en España confían en reabrir al menos una parte de esos aeródromos durante la próxima madrugada, entre ellos el de Barcelona donde hoy se han tenido que cancelar 226 vuelos.
Las previsiones de la Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol), que recopila información de las autoridades nacionales y de expertos, señalan una mejoría de la situación para mañana en España, que podría verse libre de cenizas a primera hora de la mañana.
Sin embargo, sí aparece como afectado en las previsiones el archipiélago canario.
El curso de la nube, a priori, afectará ya esta noche al sur de Francia, que estará parcialmente cerrado al tráfico.
A lo largo del domingo, los expertos europeos prevén que los problemas se desplacen también hacia el norte de Francia, Italia, Suiza y el sur de Alemania.
No descartan, por ello, el cierre de los aeropuertos de París y de otras capitales europeas, que podrían hacer revivir el caos aéreo vivido hace tres semanas, cuando las primeras nubes llegaron a la Unión Europea procedentes de Islandia.
Por el norte, la ceniza podría volver a afectar a parte de Irlanda y el Reino Unido, según mapas de previsiones difundidos por Eurocontrol.
Hoy, la nube, situada principalmente sobre el Atlántico entre Islandia y la península Ibérica, ha dificultado a lo largo de todo el día las conexiones entre América y Europa, provocando "retrasos sustanciales" y cancelaciones.
La mayor parte de los centenares de aviones que viajan entre Estados Unidos y la UE han tenido que desviar su ruta para evitar la zona afectada, pues la nube ceniza se encuentra en el rango de altura en el que se mueven habitualmente los vuelos transoceánicos.
Para mañana, Eurocontrol espera que esa "barrera" sobre el Atlántico se mantenga, por lo que los vuelos seguirán usando rutas alternativas que obligan a recorridos más largos.
En ese sentido, la agencia europea advierte ante los retrasos que se registrarán a lo largo de la jornada y recomienda a los pasajeros consultar a sus aerolíneas.
La erupción del volcán islandés ha vuelto a afectar sustancialmente a Europa sólo tres semanas después de la llegada de las primeras nubes de ceniza, que paralizaron durante días el espacio aéreo.
La amenaza que la ceniza supone para los motores de las aeronaves obligó entonces a cerrar prácticamente al completo el espacio aéreo europeo e impidió volar a millones de pasajeros, en una zona en la que cada día se registran de forma habitual entre 28.000 y 29.000 vuelos.
Además, el parón del tráfico provocó pérdidas multimillonarias a las aerolíneas que operan en Europa.
Las normas comunitarias, tal y como se ha encargado de repetir en todo momento la Comisión Europea, estipulan que las compañías deben devolver al viajero el precio íntegro de su billete o hacerse cargo de su traslado a destino por otros medios, así como de su alojamiento y manutención durante la espera.
EFE
El norte de España y de Portugal han sido hoy las zonas más afectadas por la nube volcánica, que ha provocado el cierre de más de una veintena de aeropuertos y, por tanto, la cancelación de numerosos vuelos.
Las autoridades responsables del tráfico aéreo en España confían en reabrir al menos una parte de esos aeródromos durante la próxima madrugada, entre ellos el de Barcelona donde hoy se han tenido que cancelar 226 vuelos.
Las previsiones de la Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol), que recopila información de las autoridades nacionales y de expertos, señalan una mejoría de la situación para mañana en España, que podría verse libre de cenizas a primera hora de la mañana.
Sin embargo, sí aparece como afectado en las previsiones el archipiélago canario.
El curso de la nube, a priori, afectará ya esta noche al sur de Francia, que estará parcialmente cerrado al tráfico.
A lo largo del domingo, los expertos europeos prevén que los problemas se desplacen también hacia el norte de Francia, Italia, Suiza y el sur de Alemania.
No descartan, por ello, el cierre de los aeropuertos de París y de otras capitales europeas, que podrían hacer revivir el caos aéreo vivido hace tres semanas, cuando las primeras nubes llegaron a la Unión Europea procedentes de Islandia.
Por el norte, la ceniza podría volver a afectar a parte de Irlanda y el Reino Unido, según mapas de previsiones difundidos por Eurocontrol.
Hoy, la nube, situada principalmente sobre el Atlántico entre Islandia y la península Ibérica, ha dificultado a lo largo de todo el día las conexiones entre América y Europa, provocando "retrasos sustanciales" y cancelaciones.
La mayor parte de los centenares de aviones que viajan entre Estados Unidos y la UE han tenido que desviar su ruta para evitar la zona afectada, pues la nube ceniza se encuentra en el rango de altura en el que se mueven habitualmente los vuelos transoceánicos.
Para mañana, Eurocontrol espera que esa "barrera" sobre el Atlántico se mantenga, por lo que los vuelos seguirán usando rutas alternativas que obligan a recorridos más largos.
En ese sentido, la agencia europea advierte ante los retrasos que se registrarán a lo largo de la jornada y recomienda a los pasajeros consultar a sus aerolíneas.
La erupción del volcán islandés ha vuelto a afectar sustancialmente a Europa sólo tres semanas después de la llegada de las primeras nubes de ceniza, que paralizaron durante días el espacio aéreo.
La amenaza que la ceniza supone para los motores de las aeronaves obligó entonces a cerrar prácticamente al completo el espacio aéreo europeo e impidió volar a millones de pasajeros, en una zona en la que cada día se registran de forma habitual entre 28.000 y 29.000 vuelos.
Además, el parón del tráfico provocó pérdidas multimillonarias a las aerolíneas que operan en Europa.
Las normas comunitarias, tal y como se ha encargado de repetir en todo momento la Comisión Europea, estipulan que las compañías deben devolver al viajero el precio íntegro de su billete o hacerse cargo de su traslado a destino por otros medios, así como de su alojamiento y manutención durante la espera.
EFE
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