Clarisa Figueroa y su hija Desiree son las autoras del crimen y se encuentran procesadas por el delito de asesinato. Desde un juzgado del condado de Cook se están dando a conocer perturbadores detalles del caso.
La horrible muerte de una joven de 19 años embarazada, a quien le arrancaron su bebé del vientre, ha conmocionado la ciudad de Chicago. La joven fue reportada como desaparecida el pasado 23 de abril; sin embargo, nadie se imaginó que tendría una trágica muerte.
Clarisa Figueroa y Desiree, madre e hija, son las autoras del crimen y se encuentran detenidas y procesadas por el delito de asesinato en un juzgado del condado de Cook. Cada vez se están dando a conocer perturbadores detalles del caso.
Según la información recogida por Infobae, Clarissa Figueroa, de 46 años, estaba obsesionada con los bebés y con el deseo de ser madre nuevamente. Sus motivaciones se volvieron cada vez más oscuras luego de la muerte de su hijo de 20 años, a causa de un accidente y tras una ligadura de trompas.
De acuerdo con la investigación de la Policía, Clarissa se había suscrito a diversas páginas de artistas de muñecos recién nacidos, lo que demostraría en parte su obsesión por los bebés, sin embargo, para ella no era suficiente.
Entonces comenzó a planificar la forma en la que obtendría un bebé sin importar el costo, incluso la muerte, así se lo comentó a su hija Desiree. Se suscribió a la página de Facebook de mamás y preguntó quién daría a luz en mayo, contactando así a la joven que sería su víctima.
El crimen
Marlen Ochoa Uriostegui es el nombre de la joven embarazada, a quien le arrancaron su bebé del vientre. La joven hispana de 19 años fue contactada con engaños a través de Facebook por Clarissa, quien la invito a su casa con el pretexto de regalarle ropa.
Una vez que la joven llegó a la casa fue distraída con un álbum fotográfico. Clarissa aprovechó su descuido para cogerla por detrás y asfixiarla con un cable. Marlen trató de evitar ser ahorcada colocando sus manos entre el cable y su cuello. Desiree, la hija de Clarissa, se encargó de retirarle uno a uno los dedos de Marlen de su cuello al tiempo que perdía el conocimiento por asfixia, provocando su muerte.
Clarisa le abrió el vientre y le sacó al bebé. Según la información fiscal, antes que le extrajeran el bebé, Marlen Ochoa, estuvo consciente por cuatro o cinco minutos. "Clarisa tomó un cuchillo y cortó el vientre de la víctima de lado a lado para después remover el cordón umbilical, la placenta y el bebé del interior (…) después pusieron la placenta y al niño en una cubeta con el cordón umbilical colgando", precisó el fiscal durante la audiencia.
El cuerpo de la joven de 19 años fue envuelto en unas sábanas, luego fue colocado en una bolsa que arrojaron al basurero del patio trasero de la vivienda de Clarissa y Desiree. Por la forma abrupta de la extracción, el bebé sufrió una muerte cerebral y fue hospitalizado.
Las mujeres asesinas llamaron al 911 para que internaran de emergencia al bebé. En el hospital, Clarissa fingió ser la madre biológica y se quedó con él en todo momento hasta que se descubrió su macabro plan y el desenlace fatal de una joven que anhelaba conocer el rostro de aquel hijo que ya llevaba ocho meses en su vientre.
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