"Es por su interés y por el del país que deben ser íntegros y cumplir con la ley. En los países que los albergan, deben respetar las reglas", advirtieron las autoridades chinas a los involucrados en las Nuevas Rutas de la Seda.
Las autoridades de China aseguran que habrá "tolerancia cero" con la corrupción en las empresas del país que participan en el macroproyecto internacional de infraestructuras conocido como las Nuevas Rutas de la Seda, aunque no han aportado por el momento detalles de la fiscalización que están realizando. La Yifan, director general del departamento de Cooperación Internacional de la Comisión Central para la Inspección de la Disciplina -órgano anticorrupción del Partido Comunista de China (PCCh)- consideró "imposible" enviar a sus inspectores "a todos los miles de proyectos" que la iniciativa, cuyo nombre oficial es La Franja y la Ruta, tiene a nivel mundial.
"Es por su interés y por el del país que deben ser íntegros y cumplir con la ley. En los países que los albergan, deben respetar las reglas", apostilló durante un encuentro con corresponsales celebrado en Pekín. La Comisión inició en diciembre de 2017 un programa piloto en uno de los proyectos más destacados de las Rutas, el ferrocarril China-Laos, "para asegurarse de que era un proyecto limpio". En colaboración con las autoridades anticorrupción laosianas, dos veces al año se llevan a cabo inspecciones que pasan "por todos los detalles" para garantizar que "todo es transparente", algo con lo que han conseguido "poner fin a las malas praxis".
“Tolerancia cero”
Aunque se trata de uno de los muchos proyectos de infraestructura que empresas chinas llevan a cabo en el mundo bajo el paraguas de las Nuevas Rutas de la Seda, el dirigente chino indicó que se trata de una "guía para otros macroproyectos", y expresó su confianza en su efecto "disuasorio". La cree que hay mucho trabajo por hacer: "No se puede descartar que siga habiendo prácticas contrarias a la ley en otros proyectos. Tiene que ver con la naturaleza humana. Son ladrones de guante blanco, no rateros. Son gente con estudios y de buena posición".
"Pero nuestro mensaje para ellos -advirtió- es que da igual lo alto que estén en el escalafón o con quién tengan relación, iremos a por ellos. Tolerancia cero", agregó el funcionario chino. De todos modos, como la jurisdicción de China no va más allá de sus empresas y ciudadanos, La sueña con "una red completa de órganos que velen por el cumplimiento de la ley y luchen contra la corrupción en los países (participantes) de las Nuevas Rutas de la Seda".
Las Nuevas Rutas de la Seda
Las Rutas supusieron una plataforma para que las empresas chinas salgan al extranjero, aunque, en opinión de Wang Xiumei, investigadora de la Universidad Normal de Pekín, "no se interesaban demasiado sobre los países (en los que trabajaban), lo que provocaba malentendidos con los sistemas legales locales". El principal problema que afecta a las empresas chinas que participan en la iniciativa es el fraude, según Wang; La explicó que, por ejemplo, algunas firmas exageran sus cualidades en licitaciones o que en países como los del sudeste asiático, "es costumbre pedir propinas y hay gente que pide algo más que propinas".
El director del Banco Mundial para China, Martin Reiser, indicó que la mayoría de empresas chinas con las que el organismo ha trabajado "han hecho un excelente trabajo", mientras que el vicepresidente de la Comisión Nacional de Supervisión -órgano anticorrupción estatal-, Li Shulei, afirmó que la campaña anticorrupción ha dado resultados "reseñables" en las Rutas. Preguntados por los periodistas sobre los casos de corrupción hallados hasta el momento, los ponentes no ofrecieron detalles. EFE
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