Un estallido de ráfagas de radio rápidas o FRB pasó por la Tierra a finales de julio. Fue una de las frecuencias de este tipo más raras jamás detectadas.
(Agencia N+1 / Víctor Román). El universo es tan inmenso que hay una gran cantidad de fenómenos en el espacio que no conocemos. Uno de ellos son las ráfagas de radio rápidas (FRB), chispas misteriosas y ultra fuertes que recorren miles de millones de años luz en el universo desde orígenes desconocidos, por razones desconocidas.
En la mañana del 25 de julio, uno de esos estallidos de energía misteriosa pasó por la Tierra y fue detectado por una nueva serie de radiotelescopios enclavados en las montañas de Columbia Británica, Canadá, registrando una de las frecuencias de radio más raras jamás detectadas.
Uno de los más bajos hasta la fecha
Según un comunicado publicado en The Astronomer's Telegram (un tablero de anuncios de observaciones astronómicas publicado por científicos acreditados), la misteriosa señal (llamada FRB 180725ª) fue transmitida en frecuencias tan bajas como 580 megahercios, casi 200 MHz más bajo que cualquier otro FRB jamás detectado.
"Estos eventos ocurrieron durante el día y la noche, y sus tiempos de llegada no están correlacionados con actividades conocidas in situ u otras fuentes conocidas", escribió Patrick Boyle, autor del informe y gerente de proyecto canadiense Experimento de Mapeo de la Intensidad del Hidrógeno (CHIME), el radiotelescopio que detectó la nueva firma extraña.
La frecuencia baja y rápida del pulso sugiere que el estallido fue extremadamente brillante y se originó a partir de una fuente inmensamente poderosa en algún lugar del cosmos. Estudiar la señal peculiar podría dar a los astrónomos mejores pistas sobre cómo se forman estas ondas de radio extragalácticas y de dónde vienen. "Las FRB son extremadamente brillantes debido a su corta duración y origen a grandes distancias, y no hemos identificado una posible fuente natural con confianza", dijo el año pasado Avi Loeb, científico del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica que no participó en el descubrimiento.
¿Origen artificial?
Loeb agregó que vale la pena considerar un "origen artificial" de las señales (es decir, inteligencia extraterrestre). Otros orígenes posibles incluyen supernovas (estrellas explosivas), agujeros negros supermasivos u otras fuentes de poderosa radiación electromagnética, como los púlsares.
Las FRB siguen siendo un misterio para los astrónomos y también atraen a aquellos que buscan vida inteligente en el espacio. Las señales son, por naturaleza, extremadamente breves y viajan muy lejos en el espacio; ubicar una fuente precisa de pulsos tan elusivos no es tarea fácil. Además, solo se han detectado cerca de 40 FRB en la Tierra desde que se descubrieron por primera vez en 2007, por lo que la investigación sobre ellos sigue siendo escasa.
La última señal misteriosa fue detectada por CHIME, un radiotelescopio de última generación que fue diseñado para detectar ondas de radio antiguas enviadas cuando el universo era muy joven. A pesar de que ha estado en operación por solo un año, ya ha detectado varias FRB, incluidas varias señales de baja frecuencia que siguieron poco después del notable FRB 180725A la semana pasada.
Anteriormente, la FRB más brillante y poderosa que se había detectado fue en marzo de este año y fue captada por el Observatorio Parks en Australia.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
Comparte esta noticia