Secretaria de Estado de EEUU y presidente de Costa Rica aseguran que ahora es importante establecer un canal de comunicación entre Zelaya y el gobierno de facto.
La secretaria de Estado de EEUU., Hillary Clinton, y el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, expresaron su esperanza de que el regreso del depuesto mandatario hondureño, Manuel Zelaya, a su país, sirva para solucionar el conflicto.
Clinton instó a todas las partes implicadas en la crisis a abstenerse de medidas que puedan llevar al "conflicto o la violencia".
"Es imperativo que comience el diálogo, que se establezca un canal de comunicación entre el presidente Zelaya y el régimen de facto", declaró Clinton.
Según la secretaria de Estado, "ahora que el presidente Zelaya ha regresado sería oportuno devolverle a su puesto bajo las condiciones apropiadas, seguir adelante con las elecciones previstas para noviembre, contar con una transición pacífica de la autoridad presidencial y llevar de nuevo a Honduras al orden constitucional y democrático".
Por su parte, Arias, quien actuó de mediador en unas conversaciones entre el Gobierno de facto y el presidente depuesto que derivaron en el "Acuerdo de San José", el cual no había fue aceptado por ninguna de las partes, expresó su esperanza de una solución a la crisis.
"Creo que esto representa la mejor oportunidad, el mejor momento, ahora que Zelaya está de regreso en su país", opinó.
El presidente costarricense también expresó su disposición a retomar el papel de mediador en el conflicto y regresar a Honduras si así lo desean tanto Zelaya como el Gobierno "de facto".
El derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, generó una enorme confusión y sorpresa entre toda la población, seguidores y detractores, al retornar a Tegucigalpa, mientras el gobernante de facto, Roberto Micheletti, y los militares negaban su presencia en la capital.
Su retorno desató el júbilo de miles de sus seguidores aglutinados en un frente de resistencia popular que exigen su regreso al poder desde el golpe de Estado, el 28 de junio pasado.
EFE
Clinton instó a todas las partes implicadas en la crisis a abstenerse de medidas que puedan llevar al "conflicto o la violencia".
"Es imperativo que comience el diálogo, que se establezca un canal de comunicación entre el presidente Zelaya y el régimen de facto", declaró Clinton.
Según la secretaria de Estado, "ahora que el presidente Zelaya ha regresado sería oportuno devolverle a su puesto bajo las condiciones apropiadas, seguir adelante con las elecciones previstas para noviembre, contar con una transición pacífica de la autoridad presidencial y llevar de nuevo a Honduras al orden constitucional y democrático".
Por su parte, Arias, quien actuó de mediador en unas conversaciones entre el Gobierno de facto y el presidente depuesto que derivaron en el "Acuerdo de San José", el cual no había fue aceptado por ninguna de las partes, expresó su esperanza de una solución a la crisis.
"Creo que esto representa la mejor oportunidad, el mejor momento, ahora que Zelaya está de regreso en su país", opinó.
El presidente costarricense también expresó su disposición a retomar el papel de mediador en el conflicto y regresar a Honduras si así lo desean tanto Zelaya como el Gobierno "de facto".
El derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, generó una enorme confusión y sorpresa entre toda la población, seguidores y detractores, al retornar a Tegucigalpa, mientras el gobernante de facto, Roberto Micheletti, y los militares negaban su presencia en la capital.
Su retorno desató el júbilo de miles de sus seguidores aglutinados en un frente de resistencia popular que exigen su regreso al poder desde el golpe de Estado, el 28 de junio pasado.
EFE
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