Los dos países remarcaron sus condiciones para una normalización plena de sus relaciones tras 20 meses de ruptura.
Colombia y Ecuador reabrieron sus embajadas el lunes formalizando el restablecimiento de relaciones tras 20 meses de ruptura, y remarcaron sus condiciones para una normalización plena, lo que incluyó un cuestionamiento de Quito a la "ausencia" colombiana en la frontera.
Ricardo Montenegro y Andrés Terán reabrieron las sedes al asumir como encargados de negocios en Ecuador y Colombia, respectivamente, paso previo a la designación de embajadores.
Ese nombramiento "se dará en el momento en que la hoja de ruta (firmada por los dos cancilleres el 24 de septiembre en Nueva York) sea evacuada y cumplida en todos sus puntos y haya un trabajo de restablecimiento de la confianza entre ambos países", dijo Terán antes de viajar a Bogotá.
Los dos países retomaron sus vínculos a nivel de encargados de negocios el pasado 13 de noviembre, tras la ruptura que produjo un ataque colombiano contra la guerrilla de las FARC en territorio ecuatoriano el 1 de marzo de 2008.
En ese bombardeo en la zona fronteriza de Angostura, provincia de Sucumbíos (norte), murieron 25 personas incluido el número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), Raúl Reyes.
En coincidencia con la toma de funciones de los encargados, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, cuestionó la "ausencia" de Colombia en la frontera y le reclamó aumentar la vigilancia, al activar dos destacamentos militares en la región.
Correa activó dos puestos de vigilancia en El Palmar y Cantagallo, en el límite con el departamento colombiano de Putumayo, con capacidad para unos 240 hombres.
"Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles, y que nos cuestan ingentes cantidades de recursos, para proteger la frontera.
Pero también pedimos al gobierno (colombiano) que haga el respectivo esfuerzo para cuidar" esa zona, insistió.
Por su parte el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, en vísperas de la posesión de los encargados, señaló que la normalización plena dependerá del fin de un proceso penal que la justicia ecuatoriana lleva a cabo contra el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos y tres generales colombianos.
Unos 7.000 militares y 3.541 policías ecuatorianos se encuentran desplegados a lo largo de los 720 km de frontera con Colombia, donde operan grupos rebeldes, paramilitares y del narcotráfico, según Quito, que lleva a cabo un ambicioso plan para modernizar a las Fuerzas Armadas.
AFP
Ricardo Montenegro y Andrés Terán reabrieron las sedes al asumir como encargados de negocios en Ecuador y Colombia, respectivamente, paso previo a la designación de embajadores.
Ese nombramiento "se dará en el momento en que la hoja de ruta (firmada por los dos cancilleres el 24 de septiembre en Nueva York) sea evacuada y cumplida en todos sus puntos y haya un trabajo de restablecimiento de la confianza entre ambos países", dijo Terán antes de viajar a Bogotá.
Los dos países retomaron sus vínculos a nivel de encargados de negocios el pasado 13 de noviembre, tras la ruptura que produjo un ataque colombiano contra la guerrilla de las FARC en territorio ecuatoriano el 1 de marzo de 2008.
En ese bombardeo en la zona fronteriza de Angostura, provincia de Sucumbíos (norte), murieron 25 personas incluido el número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), Raúl Reyes.
En coincidencia con la toma de funciones de los encargados, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, cuestionó la "ausencia" de Colombia en la frontera y le reclamó aumentar la vigilancia, al activar dos destacamentos militares en la región.
Correa activó dos puestos de vigilancia en El Palmar y Cantagallo, en el límite con el departamento colombiano de Putumayo, con capacidad para unos 240 hombres.
"Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles, y que nos cuestan ingentes cantidades de recursos, para proteger la frontera.
Pero también pedimos al gobierno (colombiano) que haga el respectivo esfuerzo para cuidar" esa zona, insistió.
Por su parte el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, en vísperas de la posesión de los encargados, señaló que la normalización plena dependerá del fin de un proceso penal que la justicia ecuatoriana lleva a cabo contra el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos y tres generales colombianos.
Unos 7.000 militares y 3.541 policías ecuatorianos se encuentran desplegados a lo largo de los 720 km de frontera con Colombia, donde operan grupos rebeldes, paramilitares y del narcotráfico, según Quito, que lleva a cabo un ambicioso plan para modernizar a las Fuerzas Armadas.
AFP
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