En la celebración del Miércoles de Ceniza, los fieles son marcados con una cruz en la frente. Se inicia una cuaresma de 40 días antes de la Semana Santa.
El mundo católico celebra hoy el Miércoles de Ceniza, que significa un tiempo litúrgico de la Cuaresma donde los fieles durante 40 días vivirán el ayuno, la oración y la limosna.
En este tiempo, se prepara el camino para la Semana Santa en la que se actualizan los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Como es sabido, en la Roma antigua, los fieles comenzaban con una penitencia pública el primer día de Cuaresma en el que eran salpicados de cenizas, se vestían con un sayal y estaban obligados a mantenerse alejados hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo.
Actualmente, los fieles son marcados con una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos anterior.
En su mensaje para la Cuaresma de este año, el Papa Francisco alentó a no caer en la globalización de la indiferencia.
“La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real también para los cristianos. Por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan”.
Por eso propone “orar en la comunión de la Iglesia terrenal y eclesial”, “ayudar con gestos de caridad” y tener presente que “el sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos”.
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