El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, defendió la estrategia de no realizar la mayor cantidad de pruebas posibles.
La pandemia de COVID-19 superó este sábado en México los 175 000 contagios confirmados al sumar 4 717 en las últimas 24 horas, aunque el Gobierno mexicano defendió que no es necesario "contar todos" para el control epidemiológico.
En el informe técnico diario, la Secretaría (ministerio) de Salud reportó un total de 175 202 casos confirmados, un 2,8 % más que en la jornada anterior, además de 387 nuevas muertes para totalizar 20 781 defunciones.
Asimismo, registró 60 621 casos sospechosos, que están pendientes de confirmación, y 23 567 activos, de pacientes que han presentado síntomas en las últimas dos semanas.
Pese a estos datos, el subsecretario mexicano de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, defendió la estrategia de no realizar la mayor cantidad de pruebas posibles.
"No es propósito de la vigilancia epidemiológica contabilizar todos y cada uno de los casos. Esa no es la meta principal porque en un fenómeno que es tan extenso, masivo, técnicamente le llamamos inconmensurable, no se puede medir, la meta es identificar patrones", argumentó.
La ocupación general en la red mexicana de hospitalización para infección respiratoria aguda grave (IRAG) es del 45 %, por lo que hay 11 508 camas ocupadas y 14 140 disponibles en 816 hospitales.
La zona metropolitana del Valle de México, donde está la capital del país, presenta la mayor ocupación, con siete de cada 10 camas generales ocupadas en el Estado de México y un 69 % en la Ciudad de México.
Casi la mitad de los estados mexicanos, 15 de los 32, tienen una ocupación general del 40 % o más.
En tanto, la ocupación de ventiladores es del 39 %, por lo que hay 5 327 camas intensivas disponibles y 3 454 ocupadas.
El Estado de México también encabeza la lista de camas intensivas ocupadas, con un 63 %; seguido por Baja California con un 61 %, Tlaxcala con un 60 % y Ciudad de México con un 55 %.
Aun con este panorama, el subsecretario consideró que hay indicios en la tendencia del brote que podrían ser "alentadores".
"Una señal, que quisiera que se tome con mucha reserva, pero es alentadora, es que desde el 8 de junio ya no estamos teniendo un crecimiento tan acelerado", expuso López-Gatell.
El alto funcionario también justificó sus pronósticos previos en los que estimaba que al pico de la pandemia se llegaría el 8 de mayo, pese a que el jueves pasado hubo un récord en el registro diario con 5.662 casos.
El subsecretario argumentó que en un país como México es difícil calcular la cúspide del brote por su extensión territorial y porque existe una curva epidémica por cada entidad territorial.
"La curva epidémica del país está compuesta de múltiples curvas", afirmó.
(Con información de EFE)
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