Parece que el exjefe del FMI está nervioso con cada denuncia que se le presenta en su contra, como la acusación de una periodista por acoso sexual.
Con cada denuncia que se le presenta al exjefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn o DSK, no la pasa muy bien. Tanto así que tras el asedio de los periodistas sufre para abrir la puerta de su propio apartamento y hace esperar más de lo debido a su esposa.
DSK fue liberado de su arresto domiciliario el 1 de julio, y aunque el proceso judicial sigue su curso, se sospecha que su conducta fue inapropiada. La última denuncia presentada en su contra fue de Tristane Banon, una periodista que acusa a Strauss-Kahn de arrojarse sobre ella durante una entrevista.
En tanto, la Fiscalía de Manhattan anunció hoy tras reunirse con los abogados de Dominique Strauss-Kahn que sigue adelante con la investigación sobre las acusaciones de asalto sexual e intento de violación contra el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"El proceso de investigación continúa y no se ha tomado ninguna decisión en el caso", afirmó la portavoz de la Fiscalía, Erin Duggan, en un escueto comunicado de prensa al término de la reunión celebrada a puerta cerrada.
La Fiscalía mantiene de momento los siete cargos que pesan contra el político y economista francés de 62 años, acusado por agresión sexual e intento de violación a la empleada de un hotel de lujo de la Gran Manzana hace seis semanas
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