Discriminación por parte de párroco de iglesia católica en Barcelona fue denunciada.
Por sufrir de sindrome de Down, Carla, residente de Teià, una población al norte de Barcelona, tuvo que realizar su eucaristía en otra localidad por no encontrarse en "condiciones", según el párroco del lugar, Josep Lluìs Moles.
Según la madre, fue rechazada en su intento de cataquesis, aducieron inicialmente que no poseía la madurez necesaria. Un año más tarde, el argumento fue que no necesitaría purificarse debido que "era un ángel de Dios", por lo tanto, no pecaba y no necesitaría comulgación.
Sin embargo, tales afirmaciones religiosas están en discusión desde el Concilio Vaticano II. Por una parte, un grupo más progresista de la iglesia Católica sostiene que el carácter del sacramento es simbólico y no, purificador.
A pesar de que el párroco aduce que no necesita sacramento porque no peca, la familia de Carla, señaló que cuando comunicaron su intención de buscar otra iglesia, este amenazó con presionar a sus compañeros para negarle la admisión a la niña.
Según la madre, fue rechazada en su intento de cataquesis, aducieron inicialmente que no poseía la madurez necesaria. Un año más tarde, el argumento fue que no necesitaría purificarse debido que "era un ángel de Dios", por lo tanto, no pecaba y no necesitaría comulgación.
Sin embargo, tales afirmaciones religiosas están en discusión desde el Concilio Vaticano II. Por una parte, un grupo más progresista de la iglesia Católica sostiene que el carácter del sacramento es simbólico y no, purificador.
A pesar de que el párroco aduce que no necesita sacramento porque no peca, la familia de Carla, señaló que cuando comunicaron su intención de buscar otra iglesia, este amenazó con presionar a sus compañeros para negarle la admisión a la niña.
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