Liliane Bettencourt, la anciana dueña de la gigante de cosméticos hizo el pedido a su hija quien la acusa de hacer ´regalos´ que ascienden a unos mil millones de euros.
La octogenaria dueña del imperio L"Oréal, Liliane Bettencourt, pidió hoy a su hija que tenga la "decencia" de esperar a su muerte para conocer su testamento, después de que la justicia rechazara la solicitud de su heredera para someterla a tutela judicial.
La Fiscalía ha basado su decisión en la ausencia de un certificado médico sobre el presunto deterioro de la lucidez de Bettencourt, de 87 años, en lo que constituye el segundo intento de la hija para arrebatar a su madre el poder sobre sus bienes.
"Me gustaría poder creer que este hostigamiento va a terminar", dijo la multimillonaria en un comunicado transmitido desde Mallorca (España) a los medios de comunicación franceses.
Bettencourt se encuentra en el epicentro de una polémica que se inició con los intentos de su hija, Françoise Meyers-Bettencourt, por impedir que su progenitora siguiera haciendo "regalos" que ascienden a unos mil millones de euros al fotógrafo François-Marie Banier, de 53 años, al que acusa de aprovecharse de la fragilidad de su madre.
El cisma familiar derivó en un escándalo con ramificaciones políticas y financieras en el que han trascendido grabaciones secretas de mayordomos y declaraciones de ex asesores fiscales que han llegado a salpicar al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y que comprometen al actual ministro de Trabajo, Eric Woerth.
"La exposición de mi vida privada y de la de mis allegados y las odiosas acusaciones que leo cada mañana no son nada comparadas con la violencia de aquellos que pretenden encerrarme bajo llave y privarme de mi libertad", asegura Bettencourt en un comunicado.
La dueña de L"Oréal, cuya fortuna se calcula en más de 20.000 millones de euros, aseguró que del mismo modo que procedió su padre, la fortuna de su hija y de sus niños "está asegurada" y que les trasladará el conjunto de su participación accionarial en L"Oréal y la esencia de sus bienes familiares.
"Deseo vivamente que disfruten de su vida y de su libertad como yo intento continuar haciendo con la mía", agrega la multimillonaria, quien reivindica su derecho a "no dar cuentas a nadie" sobre las donaciones que puede hacer, como ha hecho durante toda su vida, agrega.
EFE
La Fiscalía ha basado su decisión en la ausencia de un certificado médico sobre el presunto deterioro de la lucidez de Bettencourt, de 87 años, en lo que constituye el segundo intento de la hija para arrebatar a su madre el poder sobre sus bienes.
"Me gustaría poder creer que este hostigamiento va a terminar", dijo la multimillonaria en un comunicado transmitido desde Mallorca (España) a los medios de comunicación franceses.
Bettencourt se encuentra en el epicentro de una polémica que se inició con los intentos de su hija, Françoise Meyers-Bettencourt, por impedir que su progenitora siguiera haciendo "regalos" que ascienden a unos mil millones de euros al fotógrafo François-Marie Banier, de 53 años, al que acusa de aprovecharse de la fragilidad de su madre.
El cisma familiar derivó en un escándalo con ramificaciones políticas y financieras en el que han trascendido grabaciones secretas de mayordomos y declaraciones de ex asesores fiscales que han llegado a salpicar al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y que comprometen al actual ministro de Trabajo, Eric Woerth.
"La exposición de mi vida privada y de la de mis allegados y las odiosas acusaciones que leo cada mañana no son nada comparadas con la violencia de aquellos que pretenden encerrarme bajo llave y privarme de mi libertad", asegura Bettencourt en un comunicado.
La dueña de L"Oréal, cuya fortuna se calcula en más de 20.000 millones de euros, aseguró que del mismo modo que procedió su padre, la fortuna de su hija y de sus niños "está asegurada" y que les trasladará el conjunto de su participación accionarial en L"Oréal y la esencia de sus bienes familiares.
"Deseo vivamente que disfruten de su vida y de su libertad como yo intento continuar haciendo con la mía", agrega la multimillonaria, quien reivindica su derecho a "no dar cuentas a nadie" sobre las donaciones que puede hacer, como ha hecho durante toda su vida, agrega.
EFE
Comparte esta noticia