Según un diario local el valor total de la hipoteca asciende a los 453 750 dólares.
La casa en la que vive Nadya Suleman, la mujer californiana que el pasado 26 de enero dio a luz a octillizos, se encuentra bajo riesgo de ejecución hipotecaria, informó la edición electrónica del diario Los Ángeles Times.
La vivienda pertenece a la madre de Nadya, Angela Suleman, quien acumula una deuda de 23 mil dólares en el pago de su hipoteca, según un anuncio de impago asentado la semana pasada en la Oficina de Registros del condado de Los Ángeles.
El anuncio, que da a Suleman un plazo de tres meses para pagar su deuda y evitar la ejecución de su hipoteca, indica que la abuela de los octillizos hizo el último pago en mayo del año pasado, tras lo cual se declaró en bancarrota.
El valor total de la hipoteca es de 453 750 dólares, según el diario angelino.
Nadya, de 33 años, desempleada y suscrita a un programa de suministro de alimentos, habita la vivienda, situada en la localidad de Whittier, en las afueras de Los Ángeles, de momento junto a su madre y los seis hijos que tuvo antes de los octillizos, que deberán permanecer todavía durante una semanas ingresados.
El pasado mes, Suleman reconoció a Los Angeles Times que ya había perdido una casa por impago hipotecario, aunque aseguró que sus finanzas habían mejorado y que había pagado sus deudas.
Según la página web foreclosureradar.com, la vivienda, comprada en 2006, ya tiene fecha de venta pública: el 9 de junio.
Pese a que tres de los niños reciben ayudas económicas por discapacidad, el Gobierno federal ha suspendido la subvención que otorgó a Nadya Suleman por discapacidad temporal, aunque podría concederle otra por discapacidad permanente, de acuerdo con informes de compensación laboral citados por Los Angeles Times.
El caso de Nadya Suleman se ha convertido en una fuente inagotable de noticias para la prensa estadounidense, que ha aprovechado el debate sobre su capacidad financiera y personal de encargarse de 14 niños para relanzar la polémica sobre los límites de la reproducción asistida.
EFE
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