EEUU: Miembros del clan Gambino se declaran culpables

Los catorce miembros del clan mafioso de los Gambino que fueron detenidos el pasado abril se han declarado ya culpables de los delitos que se les imputaba en Nueva York, entre ellos varios asesinatos y trata de personas para la explotación sexual.

Así lo anunciaron hoy en un comunicado conjunto la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York y la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI), que detallaron que las dos últimas declaraciones de culpabilidad tuvieron lugar este lunes en los tribunales del sur de Manhattan.

"La familia Gambino y sus asociados siguen usando la violencia, amenazas e intimidación para ejercer el poder y sacar provecho ilegalmente de sus víctimas. Sin embargo, la declaración de culpabilidad de los catorce acusados sólo nueve meses después de su detención supone un golpe significativo", aseguró el fiscal federal Preet Bharara en un comunicado.

Añadió que, gracias al trabajo de las autoridades, "uno de los prominentes líderes de la mafia y muchas de sus estrellas en ascenso ahora cumplen penas de cárcel importantes".

"Estamos, sin embargo, lejos de haber terminado con la familia Gambino y seguiremos trabajando con nuestros socios en la aplicación de la ley para poner a sus miembros y asociados detrás de las rejas", dijo Bharara.

Entre los acusados por estas actividades ilegales, que incluyen además narcotráfico, juego ilegal, extorsión, préstamos con usura e intento de manipular un jurado, se halla Daniel Marino, considerado uno de los jefes de los Gambino y que tiene bajo su mando a más de dos centenares de mafiosos y a centenares de asociados.

Marino estaba acusado del asesinato de Thomas Spinelli en 1989 después de que en la familia mafiosa creciese la inquietud en torno a la información que ese individuo estaba aportando a las autoridades.

Él y otros cómplices, incluido John Gotti, quien entonces era el jefe del clan, y Salvatore Gravano, el subjefe, atrajeron a Spinelli a la sede de una compañía de ventanas en Brooklyn y allí recibió un disparo en la cabeza que acabó con su vida.

Según la Fiscalía, Marino ayudó a hacer desaparecer su cadáver, que nunca ha sido encontrado.

También estaba acusado del asesinato de su sobrino Frank Hydell, en 1998, de quien los Gambino sospechaban igualmente que cooperaba con las autoridades.

Después de recibir la autorización de Marino, diversos miembros de esa familia mafiosa citaron a Hydell en un club de alterne de Staten Island, en Nueva York, donde recibió tres disparos, en la cara y en la espalda, y murió en el estacionamiento del local.

Otro de los que se han declarado culpables es Onofrio Modica, que estaba acusado del asesinato en 1987 de James DiGuglielmo, con quién mantenía una disputa por asuntos de drogas y que murió al ser tiroteado por un individuo que iba en una motocicleta conducida por el acusado.

En ese suceso también murió otra persona que estaba en aquel momento en el aparcamiento donde ocurrieron los hechos y que no tenía nada que ver con la mafia.

Otros siete implicados están acusados de operar un negocio de prostitución en el que mujeres y chicas jóvenes, incluida una de quince años, eran explotadas y cuyos servicios se anunciaban en Craigslist y otras webs.

Los implicados se quedaban con el 50% de los ingresos que recibían las prostitutas, que también eran ofrecidas a jugadores de póquer en sesiones que organizaban los mafiosos, según la Fiscalía.

EFE