Caroline Darian, hija de Gisele y Dominique Pelicot, presentó una denuncia contra su padre por violación y administración de sustancias psicoactivas, en un caso que reaviva el debate sobre la violencia sexual y la sumisión química en Francia.
Caroline Darian, hija del francés Dominique Pelicot, condenado a 20 años de prisión por drogar y violar a su esposa Gisele durante años, ha presentado una denuncia formal contra su padre por abusos sexuales y administración de sustancias psicoactivas.
La acción legal, interpuesta el miércoles ante la Fiscalía de Versalles, se suma al escándalo que conmocionó a Francia y convirtió el caso en un símbolo de la lucha contra la violencia machista.
La denuncia de Caroline Darian incluye cinco delitos, entre ellos violación y el uso de sustancias para alterar el discernimiento, conocido como sumisión química. Según declaraciones a la agencia de noticias AFP y a la radio francesa RTL, las sospechas surgieron tras el hallazgo de fotografías en el material informático incautado a Dominique Pelicot en 2020, donde aparece ella inconsciente y con ropa interior que no reconoce.
Estas imágenes, similares a las encontradas de su madre, Gisele, refuerzan su convicción de haber sido también víctima de su padre.
Dominique Pelicot, quien ya cumple condena por sus crímenes contra Gisele, negó haber abusado de su hija y afirmó no ser el autor de las fotos. Sin embargo, Caroline cuestionó su credibilidad.
“Mintió varias veces y dio diferentes versiones durante el juicio. Nunca fue capaz de decir toda la verdad”, ha dicho.
La denuncia llega poco más de dos meses después de la sentencia de diciembre, en la que Pelicot fue juzgado junto a 50 coacusados por violar a Gisele bajo los efectos de drogas.
Las pruebas clave en la nueva denuncia provienen del material incautado a Pelicot, que incluía miles de imágenes y videos. Entre ellos, las fotos de Caroline en estado de inconsciencia levantaron sospechas durante el juicio original.
El caso Pelicot: Un símbolo de la violencia sexual
El juicio celebrado en Aviñón marcó un antes y un después en la percepción de la violencia sexual en Francia. Dominique Pelicot fue condenado por drogar a su esposa durante casi una década, violarla y ofrecerla a desconocidos reclutados en internet.
De los 50 coacusados, 17 han apelado sus sentencias, y un nuevo proceso está programado del 6 al 21 de octubre en Nimes, donde Pelicot comparecerá como testigo.
El caso no solo expuso la brutalidad de los actos, sino también el uso de la sumisión química como herramienta para perpetrar abusos.
Caroline Darian, quien ha escrito dos libros sobre las víctimas de violación, incluido el reciente Pour que l'on se souvienne (Para que se recuerde), busca con su denuncia alentar a otras víctimas a no rendirse. “Es importante transmitir este mensaje para que quienes han sufrido sumisión química sepan que nunca deben desistir”, afirmó.
Evidencias que sustentan la denuncia
Las pruebas clave en la nueva denuncia provienen del material incautado a Pelicot, que incluía miles de imágenes y videos. Entre ellos, las fotos de Caroline en estado de inconsciencia levantaron sospechas durante el juicio original.
Aunque Pelicot admitió haber tomado imágenes de su hija sin su consentimiento, por lo que también fue condenado, negó cualquier acto incestuoso. “Mientes”, le replicó Caroline en el tribunal, en un enfrentamiento que reflejó la tensión del proceso.
La similitud entre las imágenes de Caroline y las de Gisele, quien aparecía drogada e inmovilizada, ha sido destacada por la defensa de Darian como un indicio de un patrón de conducta. La investigación en curso determinará si estas evidencias son suficientes para abrir un nuevo proceso contra Pelicot.
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