RPP Noticias recorrió este complejo palaciego que hoy está entre los museos más grandes e importantes del mundo. Más de tres millones de piezas de arte de distintas épocas se exhiben en sus ambientes.
Considerado uno de los museos más grandes y extraordinarios del mundo, el Hermitage es un complejo palaciego ubicado en el corazón de San Petersburgo en Rusia. Está conformado por cinco edificios del siglo XVIII, en los que se expone una colección de alrededor de tres millones de piezas de distintas épocas de la historia de la humanidad.
"Aquí podemos encontrar de todo, la pintura italiana de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX. Podemos ver una colección francesa de pintura muy completa. Y la escultura de Grecia y de Roma del primer y segundo siglo después del nacimiento de Cristo", dijo a RPP Noticias Julia Kocheva, una ciudadana rusa de San Petersburgo
El Palacio de Invierno
La edificación más importante del Hermitage es el Palacio de Invierno, una imponente edificación que por 200 años fue la residencia oficial de los zares de Rusia hasta la revolución bolchevique de 1917. Fue construido en el siglo XVIII para la hija del fundador de San Petersburgo, el zar Pedro el Grande, y se convirtió en el palacio principal del imperio.
Esta construcción, obra del arquitecto de origen italiano (nacionalizado ruso) Francesco Bartolomeo Rastrelli, tiene un estilo barroco, muy distinto al de la típica arquitectura rusa.
Elena Ponomoreva, guía turística en el Hermitage, explicó a RPP Noticias que en el siglo XVIII y XIX, Francia marcaba las tendencias de la moda en Europa, incluso en la arquitectura. "Por eso, ellos construían sus palacios según la moda que reinó en aquel tiempo en Francia, por eso no se parecen mucho a las iglesias ortodoxas que recuerdan más a los templos bizantinos", comenta y precisa que por este motivo "San Petersburgo es la ciudad más europea", de Rusia.
Más de 1500 ambientes
La Sala de los Escudos, lugar donde los funcionarios del gobierno esperaban al Zar cuando tenían audiencia; el Salón del Trono o el Salón de San Jorge, que alberga a un trono revestido de plata dorada; o los espacios privados de la Familia Real, son algunos de los salones abiertos al público.
En sus más de 1500 habitaciones destacan columnas adornadas con esculturas, pinturas de acuarelas en muros y techos y una evidente predilección por el dorado en los detalles. En muchos de estos ambientes se exponen piezas de la colección privada de los zares, que revelan la opulencia de la vida los antiguos gobernantes de Rusia.
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