El papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el "martirio" del religioso, por lo que podrá ser beatificado sin la necesidad de un milagro.
El Gobierno y la feligresía católica de El Salvador recibieron hoy con júbilo el anuncio de la beatificación del asesinado arzobispo Oscar Arnulfo Romero, que tendrá lugar en el país natal del nuevo beato, según fuentes oficiales.
La beatificación de Romero tiene que ser un "evento histórico, que trascienda a nivel mundial como lo merece la figura de monseñor Romero", destacó hoy el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, según un comunicado de Casa Presidencial.
El papa Francisco aprobó hoy el decreto que reconoce el "martirio" de Romero en "odium fidei", lo que significa que el arzobispo de San Salvador fue asesinado por "odio a la fe", por lo que podrá ser beatificado sin la necesidad de un milagro.
Sánchez Cerén instruyó a su secretario de Gobernabilidad y Comunicaciones, Hato Hasbún, para que coordine con la iglesia católica la integración del equipo que trabajará en los preparativos de la beatificación, "que está previsto se realice en El Salvador", aunque todavía se desconoce la fecha, indicó el comunicado.
"El Gobierno (...) y el pueblo salvadoreño se congratulan por la decisión del papa Francisco de firmar el decreto de la Congregación para la Causa de los Santos para la beatificación, por la vía del martirio" de monseñor Romero, destacó la misiva de la Presidencia.
"Es una noticia de alegría y que la hemos recibido con una gran sorpresa, y yo creo que finalmente se ven cumplidas las esperanzas de todo un pueblo, un pueblo sufrido, un pueblo a quien monseñor Romero tanto defendió y promovió en su dignidad", dijo a Efe el sacerdote Carmen Rafael Gordiano.
Este anuncio "es único, esto es único (...), y yo creo que la única actitud que debemos tener (...) es acción de gracias a Dios porque en medio de tantos tumultos una buena noticia como esta era necesaria", agregó Gordiano mientras visitaba la tumba de Romero en la Catedral Metropolitana, en San Salvador.
La beatificación "es algo muy significativo para nosotros, es una gran noticia; creo que todos estamos muy contentos, la verdad es que vamos a recibir esa bendición por medio de él (...) para nuestro país", indicó por su parte a Efe Jazmín Carranza, quien tras conocer la noticia visitó la tumba de Romero como otros muchos fieles.
El guatemalteco Luis de León, que hoy por primera vez visitó la Catedral Metropolitana y la tumba de Romero, dijo a Efe que la noticia de la próxima beatificación del arzobispo mártir "es de mucha alegría, de mucha fuerza (...) para los católicos".
"Ojalá esto sea una gran unión entre todas la iglesias", añadió De León, radicado desde hace 16 años en El Salvador.
"Inmensa alegría en Iglesia de El Salvador al conocer decreto de aprobación del martirio de monseñor Romero. Continuemos la oración", expresó en su cuenta de Twitter el Arzobispado de San Salvador.
El vicario de la iglesia católica salvadoreña, monseñor Rafael Urrutia, declaró a los periodistas que "la beatificación de monseñor Romero es una victoria de la fe, una victoria de la palabra predicada" por el arzobispo mártir.
Romero fue asesinado por un francotirador desconocido cuando oficiaba una misa el 24 de marzo de 1980 en la capilla del hospital de cáncer Divina Providencia de San Salvador y en marzo de 1994 se abrió su proceso de beatificación en el Vaticano.
El arzobispo mártir se caracterizó por su defensa de los pobres y por su denuncia de los abusos contra los derechos humanos en los años previos a la guerra civil en El Salvador (1980-1992).
EFE
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