La condena de 21 meses de cárcel al futbolista del Barcelona fue impuesta por haber defraudado 4.1 millones de euros. Sin embargo, no iría prisión.
El Tribunal Supremo de España confirmó este miércoles la condena a 21 meses de cárcel por delito fiscal (no pagar impuestos) que la Audiencia de Barcelona impuso a Lionel Messi, futbolista del F.C. Barcelona. Aunque también se condena a su padre, Jorge, en su caso se rebaja la pena a 15 meses por reparación del daño.
La Sala considera a Messi culpable de tres delitos contra la Hacienda Pública por haber defraudado 4,1 millones de euros obtenidos de la explotación de sus derechos de imagen. La rebaja a Jorge Messi se da porque devolvió parte del dinero defraudado. Esta atenuante ya había sido aplicada al futbolista por la Audiencia de Barcelona y ahora el Supremo señala que también debe ser aplicada al padre (castigado como cooperador necesario). La condena incluye multas de 2 millones de euros al futbolista y de 1.3 millones a su padre.
No irían a prisión. La sentencia no implicará el ingreso de los Messi en prisión con casi total seguridad, ya que habitualmente el internamiento en la cárcel, cuando se trata de condenas inferiores a los dos años, es suspendido por parte del tribunal que firma la sentencia mientras no se incurra en otros delitos. La última palabra al respecto, en este caso, será de la Audiencia de Barcelona.
La leve rebaja del castigo a Jorge Messi es el único aspecto de la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona que modifica el Supremo, aunque su fallo cuestiona que no haya habido acusación contra los asesores fiscales. En su dictamen, el Supremo respondio a lo planteado por los abogados de los Messi y rechazó la queja respecto a haber sufrido un supuesto juicio paralelo en los medios.
Messi sí sabía. Otro de los aspectos que niega el Supremo es que Messi actuara de modo ignorante: "No estamos ante un caso de error invencible en el conocimiento de la norma, sino ante la inteligencia que busca anular las dificultades que el desconocimiento de ésta suponía para lograr el objetivo de burlarla". La Audiencia de Barcelona ya había recriminado que Messi optara por una "ignorancia deliberada" sobre la gestión de sus ingresos por derechos de imagen, creando un entramado societario que no era "claro y nítido".
A este entramado se refiere también el Supremo en su respuesta a la apelación de Messi, a quien recuerda que ese tipo de estructuras "plasman los más típicos mecanismos de los defraudadores fiscales". Crear sujetos pasivos interpuestos entre el defraudador y Hacienda y ubicarlos en países diversos que dificultan el seguimiento del dinero es "un paso más para incrementar el poder de la artimaña", dice la resolución. (Con información de EFE)
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