"Según nuestros datos, han muerto cerca de 100 personas", aseguró Tekebáyev, ex presidente del Parlamento de Kirguistán.
El opositor Omurbek Tekebáyev, ex presidente del Parlamento de Kirguistán, elevó a cerca de un centenar los muertos en los disturbios antigubernamentales que se registraron hoy en la capital, Biskek.
"Según nuestros datos, han muerto cerca de 100 personas", aseguró Tekebáyev en una intervención en la televisión pública, cuyas emisiones están controladas por la oposición, según la agencia rusa Interfax.
Por el momento, el ministerio de Sanidad kirguís ha confirmado la muerte de 19 personas y ha cifrado en unos 180 los heridos en los violentos choques ocurridos entre la policía y miembros y seguidores de la oposición.
"La situación se agrava según pasan las horas. A los hospitales llegan más y más heridos", señaló un portavoz del ministerio a Interfax.
La mayoría de víctimas mortales se habrían producido cuando los manifestantes intentaron asaltar por la fuerza la sede de la Presidencia, donde se encuentra el líder kirguís, Kurmanbek Bakíev, y el Gobierno.
Según fuentes oficiales, los agentes emplearon gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes, que intentaron derribar con un camión las barreras que rodean el Ejecutivo, pero fueron desalojados de la plaza por la policía.
Pero Toktaím Umetalíeva, activista de los derechos humanos, declaró a la prensa que las fuerzas del orden abrieron fuego no solo con balas de goma, sino también con cartuchos.
A su vez, la dirigente de la coalición Por la Democracia y la Sociedad Civil, Dinara Oshurajúnova, afirmó que varios manifestantes fueron abatidos por francotiradores que dispararon desde el edificio gubernamental.
Los manifestantes han ocupado y saqueado la sede del Parlamento de Kirguistán y han incendiado el edificio de la Fiscalía General, y ahora intentan acceder al edificio del ministerio del Interior.EFE
"Según nuestros datos, han muerto cerca de 100 personas", aseguró Tekebáyev en una intervención en la televisión pública, cuyas emisiones están controladas por la oposición, según la agencia rusa Interfax.
Por el momento, el ministerio de Sanidad kirguís ha confirmado la muerte de 19 personas y ha cifrado en unos 180 los heridos en los violentos choques ocurridos entre la policía y miembros y seguidores de la oposición.
"La situación se agrava según pasan las horas. A los hospitales llegan más y más heridos", señaló un portavoz del ministerio a Interfax.
La mayoría de víctimas mortales se habrían producido cuando los manifestantes intentaron asaltar por la fuerza la sede de la Presidencia, donde se encuentra el líder kirguís, Kurmanbek Bakíev, y el Gobierno.
Según fuentes oficiales, los agentes emplearon gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes, que intentaron derribar con un camión las barreras que rodean el Ejecutivo, pero fueron desalojados de la plaza por la policía.
Pero Toktaím Umetalíeva, activista de los derechos humanos, declaró a la prensa que las fuerzas del orden abrieron fuego no solo con balas de goma, sino también con cartuchos.
A su vez, la dirigente de la coalición Por la Democracia y la Sociedad Civil, Dinara Oshurajúnova, afirmó que varios manifestantes fueron abatidos por francotiradores que dispararon desde el edificio gubernamental.
Los manifestantes han ocupado y saqueado la sede del Parlamento de Kirguistán y han incendiado el edificio de la Fiscalía General, y ahora intentan acceder al edificio del ministerio del Interior.EFE
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