El primer ministro eslovaco Robert Fico, que está grave tras haber recibido varios disparos este miércoles, es un antiguo militante comunista que ha sido acusado de virar la política de su país a favor del Kremlin.
El primer ministro populista Robert Fico, trasladado a un hospital después de recibir varios disparos este miércoles, es la figura política más influyente en Eslovaquia en las últimas dos décadas, en las que ha sido jefe de Gobierno más de diez años en tres ocasiones distintas.
Fico, de 59 años, ganó las elecciones generales de septiembre en Eslovaquia al mando de la formación populista Smer-SD y es un veterano político que ha sido jefe del gobierno en cuatro periodos y cuya gestión quedó marcada por escándalos de corrupción y criticadas reformas.
Desde que llegó al poder en octubre, ha generado controversia por afirmar que Ucrania debe ceder territorios a Rusia para poner fin a la guerra, algo que Kiev descarta.
Desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, Eslovaquia, que es miembro de la UE y de la OTAN, fue uno de los países europeos que más ayuda entregó, en proporción a su PIB.
Pero Fico decidió cesar de suministrar ayuda militar, cumpliendo con su promesa de campaña que lo llevó al poder a la cabeza de una coalición con partidos de extrema derecha.
En el pasado celebró la adopción del euro en Eslovaquia como una "decisión histórica", pero durante la última campaña cargó contra la UE, la OTAN y Ucrania en un intento de atraer a los votantes de los extremos y tachó a sus rivales de "belicistas".
Además, generó crispación tras defender que no permitiría el arresto en Eslovaquia del presidente ruso, Vladimir Putin, que es objeto de una orden internacional de captura.
Fico, que es abogado, inició su carrera política en el Partido Comunista, antes de la Revolución de Terciopelo en la extinta Checoslovaquia.
Tras la disolución y la llegada del capitalismo y la democracia, Fico se estrenó fue representante de Eslovaquia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo, entre 1994 y 2000.
En 1998, el Partido de la Izquierda Democrática (SDL), heredero del Partido Comunista, lo descartó para un puesto ministerial y al año siguiente Fico renunció a su militancia y fundó la formación de corte socialdemócrata Smer-SD.
Las controvertidas medidas de Fico son vistas por la oposición como un intento de consolidar su poder, limitar la independencia judicial y restringir la libertad de prensa.
Fico y sus alianzas con la extrema derecha
Su apuesta funcionó y en 2006, el Smer-SD obtuvo una aplastante victoria que llevó a Fico al puesto de primer ministro, dos años después de que el país entrara en la Unión Europea.
Fico se alió con el partido de extrema derecha SNS con quien comparte una retórica contra los refugiados y sus inclinaciones populistas.
Fico aprovechó la crisis financiera global de 2008 para reforzar su popularidad al negarse a imponer medidas de austeridad. La entrada de Eslovaquia en la eurozona en 2009 coronó su primer mandato de cuatro años.
En las elecciones de 2010 quedó relegado a la posición tras no lograr formar una coalición de gobierno, pese a que su partido fue la formación más votada.
Más tarde obtuvo una contundente victoria en las elecciones anticipadas de 2012, tras la caída de una coalición de centro-derecha por acusaciones de corrupción.
"Rosas rojas"
En 2015, cuando Europa se vio sacudida por una ola de refugiados, Fico defendió una postura dura frente a inmigración los migrantes y se negó a "dar lugar" a una comunidad musulmana en Eslovaquia y criticó el programa de cuotas de la UE para redistribuir a los desplazados.
Smer-SD ganó las elecciones de 2016, pero su mandato como primer ministro terminó dos años después tras los asesinatos del periodista de investigación Jan Kuciak y su prometida, que aparecieron baleados.
Este crimen generó una ola de protestas contra el gobierno, ya que Kuciak denunció vínculos entre la mafia italiana y el gobierno de Fico en su último artículo, publicado de forma póstuma.
En las elecciones de 2020, una coalición anticorrupción llegó al poder, pero Fico permaneció entre bambalinas conservando su escaño.
El político siempre ha restado importancia a las etiquetas de "populista" o de "demagogo" que le atribuyen sus críticos y se ha refugiado en su proverbio preferido "la paciencia siempre trae rosas rojas". (Con información de AFP y EFE)
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