Hace unos meses, la conocida actriz del medio sirio se encaramó a un escenario y arengó contra el gobierno de Bashar al-Assad. Desde entonces permanece en la clandestinidad.
Fadwa Soliman sorprendió no solo a la comunidad siria cuando hace unos meses se encaramó a un escenario y arengó contra el gobierno de Bashar al-Assad ante miles de manifestantes en Homs, uno de los barrios suníes más conservadores del país.
Desde entonces, la actriz pasa las de Caín en la clandestinidad con la certeza de que si la encuentran solo podría esperarle la cárcel o la muerte. Asimismo, empeora su situación que su propia familia la repudie por su activa participación en la sublevación iniciada el 15 de marzo pasado. Es más, su hermano aseguró que sus acciones “están motivadas probablemente por el dinero”.
Soliman nació en Alepo y creció en una secta alawita –la misma del presidente Assad–. Ya joven se trasladó a Damasco, la capital siria, para seguir una destacada carrera de actuación que incluye numerosas obras de teatro y una docena de programas de televisión.
“Yo sólo quería ir (a Homs) para decir que los sirios son un solo pueblo. Quería contradecir el relato de la gente del régimen y demostrar que no hay sectarismo en Siria. Yo quería que se detuviera su mentira de que los que protestan son los grupos armados, los agentes extranjeros o los islamistas radicales”, dijo en exclusiva a Al Jazeera.
Además, señaló que participó en la manifestación para proclamar que no toda la comunidad alauí, que representa el 10% de la población, apoya al gobierno de Assad.
La actriz anotó que el movimiento de protesta en Siria nació contra el régimen y contra “cualquiera cuyas manos están manchadas con la sangre del pueblo sirio”, pero más allá de las medidas de lucha espera que la comunidad internacional adopte medidas serias contra el gobierno sin que implique intervención militar alguna.
“Acabo de ver con mis propios ojos a un hombre de 25 años de edad muerto a tiros en una protesta. El régimen sigue matando, ya que no detecta la gravedad por parte de la comunidad internacional”, sentenció.
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