Juan Illanes, Carlos Mamani y Edison Peña, los tres sprimeros mineros dados de alta la noche del jueves fueron recibidos en sus viviendas por sus familiares y amigos.
Los tres primeros mineros dados de alta la noche del jueves desde el hospital de Copiapó fueron recibidos calurosamente por sus familiares y amigos.
Juan Illanes, Carlos Mamani y Edison Peña fueron los tres primeros del grupo de 33 mineros en ser dados de alta, y al llegar a sus casas eran esperados por sus familias emocionadas, rodeadas de un tropel de periodistas, informa el EMOL de Chile.
Un automóvil de la Asociación Chilena de Seguridad, llevó a Illanes, de 52 años, y al boliviano Mamani, de 23 años, a sus hogares en la población Juan Pablo II, en la parte alta de la ciudad de Copiapó.
En el trayecto a su casa, Illanes expresó su deseo de viajar a Miami, ya que dijo que el encierro fue terrible.
"Los primeros 17 días fueron una pesadilla. Luego todo cambió. Poco a poco nos fuimos organizando, y sentíamos el apoyo de afuera. Ya cerca del final, lo único que queríamos era salir", añadió.
Al llegar al hogar del boliviano Mamani, un puñado de familiares, compatriotas y vecinos se encontraban ante su vivienda, donde habían colocado un cartel que decia: "Bienvenido a nuestro humilde hogar".
Allí lo esperaba su esposa y su hijita de un año, que había preparado una cena típica de su país para una treintena de invitados, en su mayoría bolivianos.
Al llegar al frente a su hogar, Mamani permaneció paralizado ante la emoción y el caluroso recibimiento de su familia y vecinos. "Estoy bien, estoy bien", repitió.
Finalmente Edison Peña, quien también fue recibido por un mar de gente y un enjambre de periodistas en su casa, dijo estar muy bien de salud, motivo por el cual fue uno de los tres primeros en salir.
"La pasamos bien mal, yo creía que no iba a volver", reconoció. "Gracias por creer que estábamos vivos", agregó.
Juan Illanes, Carlos Mamani y Edison Peña fueron los tres primeros del grupo de 33 mineros en ser dados de alta, y al llegar a sus casas eran esperados por sus familias emocionadas, rodeadas de un tropel de periodistas, informa el EMOL de Chile.
Un automóvil de la Asociación Chilena de Seguridad, llevó a Illanes, de 52 años, y al boliviano Mamani, de 23 años, a sus hogares en la población Juan Pablo II, en la parte alta de la ciudad de Copiapó.
En el trayecto a su casa, Illanes expresó su deseo de viajar a Miami, ya que dijo que el encierro fue terrible.
"Los primeros 17 días fueron una pesadilla. Luego todo cambió. Poco a poco nos fuimos organizando, y sentíamos el apoyo de afuera. Ya cerca del final, lo único que queríamos era salir", añadió.
Al llegar al hogar del boliviano Mamani, un puñado de familiares, compatriotas y vecinos se encontraban ante su vivienda, donde habían colocado un cartel que decia: "Bienvenido a nuestro humilde hogar".
Allí lo esperaba su esposa y su hijita de un año, que había preparado una cena típica de su país para una treintena de invitados, en su mayoría bolivianos.
Al llegar al frente a su hogar, Mamani permaneció paralizado ante la emoción y el caluroso recibimiento de su familia y vecinos. "Estoy bien, estoy bien", repitió.
Finalmente Edison Peña, quien también fue recibido por un mar de gente y un enjambre de periodistas en su casa, dijo estar muy bien de salud, motivo por el cual fue uno de los tres primeros en salir.
"La pasamos bien mal, yo creía que no iba a volver", reconoció. "Gracias por creer que estábamos vivos", agregó.
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