Los mejores amigos de Kennedy en el Senado participaron en la llamada "Celebración de una vida", donde recordaron su tenacidad y su buen humor.
Políticos demócratas y republicanos dejaron de lado sus diferencias para despedir al senador Edward Kennedy en una ceremonia en Boston junto con su familia en la que recordaron su tenacidad, su pasión por la vela y su buen humor.
Los mejores amigos de Kennedy en el Senado, donde pasó 47 años, se levantaron uno tras otro hasta un atril colocado frente a su ataúd, cubierto con una bandera estadounidense, para recordar al hombre cuya risa retumbó en los corredores del poder hasta el martes, cuando murió de cáncer cerebral a los 77 años.
La llamada "Celebración de una vida", que fue retransmitida en directo sin interrupciones por las cadenas de televisión, tuvo lugar en la misma sala con ventanales con vistas al puerto de Boston por la que han pasado decenas de miles de personas en los últimos días para decir adiós a Kennedy.
"Algunas personas que nacen con un nombre famoso viven de él", dijo el senador demócrata Christopher Dodd. "Otros enriquecen los suyos. Teddy enriqueció el suyo", añadió.
Pese a encuadrarse en el ala izquierda del Partido Demócrata, Kennedy también forjó amistades con republicanos, con los que buscó alianzas en asuntos de interés común.
Uno de ellos fue John McCain, el candidato republicano a la presidencia el año pasado, que se unió a Kennedy para impulsar una reforma migratoria en 2005 que no llegó a buen puerto, principalmente por la oposición republicana.
McCain reconoció que estuvo en desacuerdo con él en la mayoría de los temas, pero aún así alabó su paciencia, su trabajo duro y su capacidad para encontrar una forma de superar las diferencias.
Kennedy era "el miembro del Senado más confiable, preparado y persistente", aseveró hoy McCain en la ceremonia.
En ella también intervino el vicepresidente, el demócrata Joseph Biden, quien admitió que Kennedy fue el "catalizador" de su victoria en los comicios electorales de 1972 en los que entró al Senado por primera vez, cuando tan solo tenía 30 años.
Antes de asumir el cargo, su mujer y su hija murieron en un accidente de tráfico, y sus dos hijos resultaron gravemente heridos, y Biden recordó cómo Kennedy le llamó casi todos los días al hospital y le envió los mejores especialistas desde Boston.
"Él asumió el papel de mi hermano mayor. Estuvo a mi lado siempre, aunque yo nunca se lo pedí", dijo Biden, quien calificó a Kennedy como "una figura histórica, una figura heróica".
Como es común en los funerales estadounidenses, los oradores no se ciñeron al tono serio, sino que recordaron anécdotas e historias divertidas de la vida de Kennedy.
John Culver, ex senador demócrata y ex compañero de escuela del fallecido, rememoró un aterrador día de vela con Kennedy en medio de una tormenta en el que el patriarca de la familia política más famosa de Estados Unidos nunca perdió la calma. No así Culver, quien confesó: "Pense que iba a morir".
Cerró la ceremonia Caroline Kennedy, hija de John F. Kennedy y sobrina del senador, el cual se convirtió en una suerte de padre adoptivo para ella tras el asesinato del presidente estadounidense.
Kennedy "se ha convertido ahora en parte de la historia", afirmó Caroline, visiblemente emocionada.
El funeral oficial tendrá lugar el sábado en la Basilica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Boston, durante el cual hará el panegírico el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
A continuación el cuerpo será trasladado a Washington y será enterrado en el Cementerio de Arlington, donde reposan los héroes nacionales.
EFE
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