Una cosechadora, una cabina de teléfono y hasta un sidecar, fueron utilizados por cientos de escandinavos para sudar y eliminar las impurezas.
Al parecer los finlandeses no miden el peligro de exponerse a una temperatura de 110 grados en una cabina de sauna.
Los trágicos sucesos ocurridos el pasado fin de semana, en el campeonato mundial de sauna, que cobró la vida del ruso Vladimir Ladyschenski, no impide que se celebre otro encuentro, cuya diferencia radica en que, ahora, los saunas, son móviles.
Una cosechadora, una cabina de teléfono, un sidecar, fueron utilizados por cientos de finlandeses para sudar y eliminar las impurezas.
La cita se llevó a cabo en Teuva, poblado ubicado en la zona occidental de Finlandia, a 380 kilómetros de Helsinki.
Comparte esta noticia