El Ejecutivo enviará a la zona del desastre equipos de ayuda humanitaria, entre medicamentos, colchones, agua potable, alimentos y filtros de agua.
El Gobierno brasileño anunció hoy que autorizado 200 millones de reales (unos 112 millones de dólares) para atender la situación de emergencia que sufre Río de Janeiro tras unas lluvias torrenciales que han causado al menos 153 muertes.
El dinero, que será canalizado a través de la gobernación y del municipio de Río de Janeiro, provendrá de partidas presupuestarias de diversos ministerios, según fuentes oficiales.
Además, el Ejecutivo nacional enviará a la zona del desastre equipos de ayuda humanitaria, entre los que citó medicamentos, colchones, agua potable, alimentos y filtros de agua para asistir a las 75.000 personas que se calcula que pueden haber sido obligadas a abandonar sus residencias en todo el estado fluminense.
La ministra de la Presidencia, Erenice Guerra, dijo que además se "analizan otras demandas" de ayuda financiera y humanitaria que han sido formuladas por las autoridades de municipios vecinos a Río de Janeiro, como Niteroi, donde se teme que un nuevo alud ocurrido la noche de este miércoles haya sepultado a unas 200 personas.
El coronel Pedro Machado, comandante de los bomberos, expresó ese temor con base en informaciones de la alcaldía y de vecinos, según los cuales el deslizamiento ocurrido en el Morro do Bumba destruyó alrededor de 50 casas.
Según Machado, por una de las laderas del cerro "bajó una gran cantidad de tierra, piedras y basura" y en esas condiciones "es muy difícil encontrar a alguien vivo", aunque admitió que se desconoce cuántas personas estaban en sus casas en el momento del desastre.
Ese derrumbe fue consecuencia de los aguaceros que han castigado a Río de Janeiro y a su área metropolitana en los últimos días, y es el más grave de los registrados por las lluvias que se abaten sobre la ciudad desde la tarde del pasado lunes.
El balance oficial habla hasta ahora de 153 muertes, pero la situación en el Morro de Bumba y en otros cerros donde aún trabajan los socorristas hace pronosticar que el número de fallecidos seguirá en aumento.
El secretario de Salud del Estado de Río de Janeiro, Sergio Cortés, que supervisa las labores de rescate en Niteroi, dijo que el barrio del Morro de Bumba que se vino abajo había sido construido sobre un antiguo vertedero, lo que hace más inestable el terreno, por las toneladas de basura depositadas allí durante décadas. EFE
El dinero, que será canalizado a través de la gobernación y del municipio de Río de Janeiro, provendrá de partidas presupuestarias de diversos ministerios, según fuentes oficiales.
Además, el Ejecutivo nacional enviará a la zona del desastre equipos de ayuda humanitaria, entre los que citó medicamentos, colchones, agua potable, alimentos y filtros de agua para asistir a las 75.000 personas que se calcula que pueden haber sido obligadas a abandonar sus residencias en todo el estado fluminense.
La ministra de la Presidencia, Erenice Guerra, dijo que además se "analizan otras demandas" de ayuda financiera y humanitaria que han sido formuladas por las autoridades de municipios vecinos a Río de Janeiro, como Niteroi, donde se teme que un nuevo alud ocurrido la noche de este miércoles haya sepultado a unas 200 personas.
El coronel Pedro Machado, comandante de los bomberos, expresó ese temor con base en informaciones de la alcaldía y de vecinos, según los cuales el deslizamiento ocurrido en el Morro do Bumba destruyó alrededor de 50 casas.
Según Machado, por una de las laderas del cerro "bajó una gran cantidad de tierra, piedras y basura" y en esas condiciones "es muy difícil encontrar a alguien vivo", aunque admitió que se desconoce cuántas personas estaban en sus casas en el momento del desastre.
Ese derrumbe fue consecuencia de los aguaceros que han castigado a Río de Janeiro y a su área metropolitana en los últimos días, y es el más grave de los registrados por las lluvias que se abaten sobre la ciudad desde la tarde del pasado lunes.
El balance oficial habla hasta ahora de 153 muertes, pero la situación en el Morro de Bumba y en otros cerros donde aún trabajan los socorristas hace pronosticar que el número de fallecidos seguirá en aumento.
El secretario de Salud del Estado de Río de Janeiro, Sergio Cortés, que supervisa las labores de rescate en Niteroi, dijo que el barrio del Morro de Bumba que se vino abajo había sido construido sobre un antiguo vertedero, lo que hace más inestable el terreno, por las toneladas de basura depositadas allí durante décadas. EFE
Comparte esta noticia