Sin embargo, se registran inundaciones en la Gran Manzana, mientras que 760.000 usuarios se quedaran sin electricidad en todo el estado.
Las autoridades de Nueva York evalúan ya los daños del huracán "Irene", que hoy tocó suelo en el barrio de Coney Island degradado a tormenta tropical, lo que no ha impedido numerosas inundaciones en la Gran Manzana y que 760.000 usuarios se quedaran sin electricidad en todo el estado.
El ciclón deja todavía a estas horas sus efectos en algunos puntos del estado, donde se hizo presente con contundentes precipitaciones y unos fuertes vientos que se prevé que persistan durante todo el día, aunque la fuerza del temporal ha sido menor a la pronosticada inicialmente.
El ojo del huracán "Irene" tocó tierra cerca de Coney Island, en Brooklyn, y fue degradado a tormenta tropical al bajar sus vientos máximos sostenidos a 100 kilómetros por hora, con los que a su paso por la ciudad no dejó, de momento, daños destacables en sus rascacielos, aunque sí problemas de inundaciones en las zonas más sensibles.
Cerca de los ríos Hudson y East, en el Bajo Manhattan y en distintos puntos de las vías de circunvalación de la ciudad se detectaron inundaciones, así como en otras zonas tanto de Brooklyn, Queens y Staten Island, donde hay numerosas viviendas con daños causados por el agua.
Las autoridades llegaron a cerrar por esos problemas una de las vías del túnel Holland, que une Nueva Jersey y Nueva York, pero lo reabrieron al cabo de unas horas.
Ahora siguen atentas, sin embargo, a la reacción de las aguas que bordean la ciudad, que se elevaron a niveles alarmantes y ocasionaron unas inundaciones que podrían alargarse durante la jornada debido a la marea alta.
Con esa amenaza en mente, la ciudad de los rascacielos iba recuperando la normalidad y, pese a que en sus calles predominaba la estampa de ciudad fantasma marcada desde el sábado, ya había ciudadanos y turistas que, aprovechando los primeros rayos de sol que permitían la tormenta, se atrevían a salir a las calles para ver con sus propios ojos los daños de "Irene".
Las autoridades, sin embargo, siguen indicando a los ciudadanos que, pese a que hay puntos de la ciudad en los que ya brilla el sol, se abstengan de salir a la calle y acercarse a lugares afectados por inundaciones o donde hayan caído árboles.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y el gobernador del estado, Andrew Cuomo, se apresuraron ya a visitar algunas de las zonas de la ciudad y el estado en las que "Irene" se ha dejado notar con mayor fuerza, aunque los mayores daños de los que hablan se ciñen a inundaciones, árboles caídos y líneas de electricidad cortadas.
Cuomo informó que alrededor de las 14.30 GMT había en todo el estado 756.826 usuarios sin servicio de electricidad y alertó que "los apagones seguirán aumentando a un ritmo alto durante la jornada" mientras "Irene" siga dejando notar sus efectos en el estado en su camino hacia Nueva Inglaterra.
Mientras tanto, Bloomberg visitaba esta mañana Battery Park y Central Park y tiene previsto informar a la población en la próxima hora sobre cuál es la situación en una ciudad donde ya hay quien habla de si las evacuaciones obligatorias o la suspensión del sistema público del transporte eran medidas demasiado contundentes para el impacto de "Irene" sobre la Gran Manzana.
La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) de la ciudad desplazó a numerosos operarios a varios puntos de las líneas de transporte suburbano para empezar a dragar el agua que ha inundado algunas estaciones y puntos de los túneles, en un movimiento para tratar de restaurar el servicio lo antes posible.
Sin embargo, sus responsables no confirman por ahora si el servicio de metro, tren y autobús funcionará de cara a primera hora del lunes, cuando los mercados bursátiles sí planean operar con normalidad e incluso se prevé que se inauguren los partidos en el Abierto de tenis de Estados Unidos, según informaron sus organizadores. EFE
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