La cifra de indonesios desplazados ronda ya los 200 mil, el doble que hace dos días, debido a la fuerte erupción que protagonizó el volcán el viernes.
Las autoridades de Indonesia elevaron a 134 el número de personas que han muerto desde que el volcán Merapi, en el centro de la isla de Java, comenzó las erupciones el 26 de octubre, según fuentes oficiales citadas por el medio indonesio "Detik".
Otras 150 personas se encuentran internadas en tres hospitales de la zona con lesiones, la mayor parte con quemaduras de diferente grado y problemas respiratorios.
La cifra de indonesios desplazados ronda ya los 200.000, el doble que hace dos días, debido a la fuerte erupción que protagonizó el Merapi el viernes y que obligó a ampliar el perímetro de seguridad en torno al cráter de 15 a 20 kilómetros.
Durante la jornada de hoy el Merapi produjo fuertes estruendos, y arrojó densas columnas de humo y gases.
La población de la zona y de Yogyakarta, la principal urbe de la región, a unos 30 kilómetros al sur de la montaña, vive bajo una constante lluvia de ceniza o "lahar" que lo tiñe todo de color gris y obliga a las personas a llevar mascarillas de protección.
El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, un general retirado, supervisó hoy las operaciones de rescate y asistencia desde la oficina que ha abierto en Yogyakara para asegurarse de que las autoridades responden con rapidez y eficacia.
Después de dos semanas de actividad constante, la erupción del viernes sorprendió a gobernantes, vulcanólogos y cuerpos de seguridad, y alcanzó a los refugiados instalados en centros de evacuados a 15 kilómetros del cráter, entonces todavía zona segura.
En Indonesia temen que se repita el desastre de 1930, cuando 1.300 personas murieron en una erupción de este monte.
El Merapi es sagrado para los locales que sacan buenos cultivos de sus ricas tierras y que una vez al año entregan ofrendas para apaciguar los ánimos de los "hyangs" o espíritus de la montaña que habitan en su interior, de acuerdo a la creencia.
Indonesia se asienta sobre el llamado "Anillo de Fuego", un área de intensa actividad sísmica y volcánica, y tiene unos 400 volcanes, de los que 129 están activos.
EFE
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