Ocurrió en Lancashire, Gran Bretaña a solo días que Rachel Gow, de 29 años, cumpliera su tercera década de vida. Se quejaba de no tener hijos y estar soltera.
Una joven mujer, que tenía un largo romance con el amor de su vida, se suicidó por miedo a llegar soltera y sin hijos a los 30 años.
El hecho ocurrió en la ciudad de Lancashire en Gran Bretaña a solo días que Rachel Gow, de 29 años, cumpliera su tercera década de vida.
El diario británico Metro informó que Rachel creía que su vida no iba por buen camino y que otros familiares estaban en una mejor situación que ella por el hecho de haber formado familia y tener ya una prole numerosa.
Tras pelear con su novio al haberle encontrado unos mensajes de texto, la joven se despidió de él enviándole un mensaje de texto donde le deseaba "lo mejor en su futuro" y luego inhaló helio.
El hombre salió a casa de un amigo y cuando volvió por la noche encontró a Rachel en el piso. Aunque intentaron revivirla, la mujer fue declarada muerta en el lugar.
Exámenes del forense mostraron que la joven murió de hipoxia como resultado de la inhalación del químico.
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