Secretario general de la OEA dijo que existe el riesgo de que la crisis derive en una situación violenta, ya que no hay la intención de restaurar el estado de derecho.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, afirmó que los cancilleres deben aplicar el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana y proceder a la suspensión de Honduras por el golpe de Estado del pasado domingo.
El titular de la Organización de Estados Americanos (OEA) señaló que el nuevo Gobierno y la Corte Suprema de Honduras "no tienen ninguna disposición a modificar su conducta" para restituir al depuesto presidente Manuel Zelaya, restaurar la democracia y el estado de derecho, y por tanto "no existe alternativa" a la suspensión de ese país.
Ésas son las conclusiones a las que ha llegado Insulza tras las gestiones diplomáticas que ha efectuado en la última semana y el viaje que hizo el viernes a Tegucigalpa, donde se reunió con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera.
También se reunió con el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, dirigentes sindicales y agrupaciones sociales, candidatos a la presidencia y representantes diplomáticos, en un clima de "normalidad" aunque a veces "tenso".
Insulza destacó que se encontró una conducta "bastante rígida" en el nuevo Gobierno, que incluso "tiende a endurecerse" en cuanto a las exigencias de la OEA de que se recupere el orden constitucional y se restituya a Zelaya, aunque también ha observado posturas "más flexibles", agregó.
El secretario general indicó que"es probable que se insista" en adelantar las elecciones previstas para noviembre, como medida para solucionar la profunda crisis en la que se ha sumergido Honduras.
Insulza explicó que "no hay normalidad" en Tegucigalpa, "pero tampoco signos de violencia", aunque "existe el riesgo" de que la crisis derive en una situación de tales magnitudes.
El titular de la OEA, afirmó además que en Honduras se "entiende el riesgo de eventuales sanciones", y sostuvo que "existen indicios de que la falta de reconocimiento por parte de nadie en el mundo a una semana del golpe provoca preocupación en el gobierno de facto".
Pese a ello, insistió, "no existe ninguna disposición a modificar la conducta" asumida por parte del nuevo Gobierno de Roberto Micheletti, que anoche denunció la Carta de la OEA con lo que ha dejado claro que no quiere tener relaciones con el organismo.
Insulza subrayó que esa denuncia "no tiene ningún valor jurídico", dado que la OEA no reconoce al Ejecutivo de Micheletti como el Gobierno legítimo de Honduras.
"Ante esta situación no creo que exista alternativa a continuar con la postura asumida en la Asamblea General y proceder a la aplicación del artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana con las implicaciones que esto conlleva. Se debe aplicar entonces ese artículo", recomendó a los cancilleres y presidentes que asisten a la reunión extraordinaria de la OEA.
Zelaya llegó a Washington poco antes de que Insulza informara a la Asamblea General de los resultados de sus gestiones diplomáticas, y aseguró que mantiene sus planes de regresar el domingo a Tegucigalpa acompañado por varios presidentes de la región.
Insulza dijo al respecto que la Interpol no tiene ninguna orden de detención contra Zelaya de momento.
EFE
El titular de la Organización de Estados Americanos (OEA) señaló que el nuevo Gobierno y la Corte Suprema de Honduras "no tienen ninguna disposición a modificar su conducta" para restituir al depuesto presidente Manuel Zelaya, restaurar la democracia y el estado de derecho, y por tanto "no existe alternativa" a la suspensión de ese país.
Ésas son las conclusiones a las que ha llegado Insulza tras las gestiones diplomáticas que ha efectuado en la última semana y el viaje que hizo el viernes a Tegucigalpa, donde se reunió con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera.
También se reunió con el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, dirigentes sindicales y agrupaciones sociales, candidatos a la presidencia y representantes diplomáticos, en un clima de "normalidad" aunque a veces "tenso".
Insulza destacó que se encontró una conducta "bastante rígida" en el nuevo Gobierno, que incluso "tiende a endurecerse" en cuanto a las exigencias de la OEA de que se recupere el orden constitucional y se restituya a Zelaya, aunque también ha observado posturas "más flexibles", agregó.
El secretario general indicó que"es probable que se insista" en adelantar las elecciones previstas para noviembre, como medida para solucionar la profunda crisis en la que se ha sumergido Honduras.
Insulza explicó que "no hay normalidad" en Tegucigalpa, "pero tampoco signos de violencia", aunque "existe el riesgo" de que la crisis derive en una situación de tales magnitudes.
El titular de la OEA, afirmó además que en Honduras se "entiende el riesgo de eventuales sanciones", y sostuvo que "existen indicios de que la falta de reconocimiento por parte de nadie en el mundo a una semana del golpe provoca preocupación en el gobierno de facto".
Pese a ello, insistió, "no existe ninguna disposición a modificar la conducta" asumida por parte del nuevo Gobierno de Roberto Micheletti, que anoche denunció la Carta de la OEA con lo que ha dejado claro que no quiere tener relaciones con el organismo.
Insulza subrayó que esa denuncia "no tiene ningún valor jurídico", dado que la OEA no reconoce al Ejecutivo de Micheletti como el Gobierno legítimo de Honduras.
"Ante esta situación no creo que exista alternativa a continuar con la postura asumida en la Asamblea General y proceder a la aplicación del artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana con las implicaciones que esto conlleva. Se debe aplicar entonces ese artículo", recomendó a los cancilleres y presidentes que asisten a la reunión extraordinaria de la OEA.
Zelaya llegó a Washington poco antes de que Insulza informara a la Asamblea General de los resultados de sus gestiones diplomáticas, y aseguró que mantiene sus planes de regresar el domingo a Tegucigalpa acompañado por varios presidentes de la región.
Insulza dijo al respecto que la Interpol no tiene ninguna orden de detención contra Zelaya de momento.
EFE
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