El poder en Irán se mantuvo firme frente a los manifestantes que protestan por la muerte de una mujer detenida por la policía de la moral que, citada por la agencia oficial Irna, informó de la muerte de 10 agentes, pero no estaba claro si estos se encontraban entre los 60 muertos consginados.
Por duodécima jornada consecutiva, los iraníes protestaron en la noche del martes por la muerte de una joven detenida por la policía de la moral, aunque sin conseguir cambiar el tono firme de las autoridades, que reconocieron la muerte de 60 personas.
Aunque numerosas figuras internacionales, incluido el jefe de la ONU, pidieron moderación a Teherán, sus autoridades se mantuvieron duros contra los manifestantes a quienes tildaron de "alborotadores" que "atentan contra la seguridad y los bienes públicos".
Según varios medios de oposición en Irán, las protestas se reanudaron el martes por la noche en varias ciudades. Sin embargo, los militantes aseguran que las perturbaciones en la conexión a internet dificultan la difusión de imágenes.
Las protestas estallaron después de la muerte en el hospital de la joven iraní de 22 años Mahsa Amini, detenida tres días antes en Teherán por no respetar el estricto código de vestimenta para las mujeres en la República Islámica de Irán, que incluye cubrirse el cabello en público.
En un video compartido por la televisión opositora Manoto, se ve una mujer sin velo agitando los brazos en un barrio de Teherán.
En imágenes de Iran International TV, radicada en Londres, se ven mujeres protestando en la provincia del Kurdistán, de donde procedía la joven fallecida, y un hombre quemando una imagen del líder supremo Ali Jamenei en Chiraz (sur).
"Máxima moderación"
Según un último balance dado el martes por la agencia de noticias iraní Fars, "unas 60 personas murieron" desde el inicio de las manifestaciones el 16 de septiembre.
La policía, citada por la agencia oficial Irna, informó de la muerte de 10 agentes, pero no estaba claro si figuraban entre los 60 muertos.
Reportes de organizaciones
La ONG Iran Human Rights (IHR), con sede en Oslo, informó el lunes de "al menos 76 muertos", entre ellos "seis mujeres y cuatro niños", afirmando haber obtenido "videos y certificados de defunción que confirmaban los disparos con munición real contra los manifestantes".
Además, las autoridades informaron de la detención de 1 200 manifestantes desde el 16 de septiembre. Según oenegés, también fueron arrestados militantes, abogados y periodistas.
Según la agencia de prensa iraní Tasnim, Faeze Hashemí, hija del expresidente iraní Akbar Hashemí Rafsanyaní (1989-1997), fue arrestada en Teherán por "incitar a los alborotadores a manifestarse".
En los últimos días, el presidente iraní Ebrahim Raisi ha pedido a las fuerzas del orden actuar "firmemente contra quienes atentan contra la seguridad del país y del pueblo" y el jefe del poder judicial, Gholamhossein Mohseni Ejei, excluyó toda "indulgencia" contra los instigadores de los "disturbios".
Para limitar las protestas, las autoridades bloquearon el acceso a Instagram y Whatsapp en el país, que también experimenta perturbaciones en la conexión a internet.
A las condenas internacionales de los últimos días se sumó la del secretario general de la ONU, António Guterres, que pidió a Teherán ejercer la "máxima moderación" frente a las protestas.
"El secretario general llama a las fuerzas del orden a abstenerse de usar fuerza desproporcionada o innecesaria, y llama a todos a ejercer la máxima moderación para evitar una escalada", declaró en un comunicado Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres.
"Estamos cada vez más preocupados por las informaciones que reportan un número creciente de muertes, incluidas mujeres y niños, relacionadas con las protestas", afirmó el portavoz, solicitando una "investigación urgente, imparcial y eficaz" de la muerte de Mahsa Amini.
(Con información de AFP)
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