A bordo del buque viajaban 243 hombres, 43 mujeres y 74 menores, la mayoría de origen sirio.
Las autoridades italianas se hicieron cargo la pasada madrugada de un total de 360 inmigrantes que desembarcaron del mercante "Ezadeen" en el puerto de Corigliano Calabro (sur), desde donde fueron distribuidos a centros asistenciales de la zona.
A bordo del buque viajaban 243 hombres, 43 mujeres y 74 menores, según precisó Filippo Marini, portavoz de la Guardia Costiera, el cuerpo de guardacostas italiano que se hizo cargo del mercante en la madrugada del viernes.
El desembarco de los inmigrantes -la mayoría de origen sirio- estaba previsto para la noche de ayer, pero se retrasó debido a problemas técnicos para el atraque del buque, abandonado en alta mar y que no pudo maniobrar por sí solo.
Los inmigrantes fueron distribuidos en centros de asistencia y de acogida de la provincia y no hay casos graves de salud entre los desembarcados.
Las operaciones de desembarco se complicaron por el hecho de que la maquinaria del barco, sin electricidad, había resultado dañada, según explicaron fuentes de la Capitanía del puerto.
El carguero había sido abandonado en aguas del mar Jónico y seis miembros de la Guardia Costiera fueron los que tomaron el control del buque.
La nave, al parecer matriculada en Sierra Leona, fue hallada abandonada por su tripulación a 40 millas (70 kilómetros) del Cabo de Leuca (Lecce, sur de Italia).
Los guardacostas la dirigieron a la velocidad de 3 nudos (6 kilómetros por hora) hacia el puerto calabrés de Crotona, aunque luego se decidió llevarlo al de Corigliano Calabro, en una zona protegida del Golfo de Taranto.
Las autoridades italianas han asumido la investigación del caso para averiguar las circunstancias en las que los inmigrantes embarcaron y cuándo y cómo el "Ezadeen" fue abandonado en alta mar.
Hoy se supo que el rastreo de la ruta seguida por el barco permitió conocer que zarpó el 1 de octubre desde el puerto sirio de Tartus y que un mes más tarde llegó al de Famagusta, en la isla de Chipre.
Desde allí salió el 19 de diciembre y durante siete días se mantuvo frente a las costas de Turquía; el 29 de diciembre pasó frente a la isla de Rodas, al día siguiente frente a la de Citera y el día de fin de año estaba junto a la de Cefalonia.
Según declararon hoy el jefe de policía de Cosenza, Luigi Liguori, y el prefecto Gianfranco Tomao tras los interrogatorios a los inmigrantes se ha podido saber que cada uno pagó entre 4.000 y 8.000 dólares (entre 3.300 y 6.600 euros) por asegurarse un puesto en el barco.
Además, los inmigrantes sirios hicieron la primera parte de su viaje en avión y llegaron desde Líbano a Turquía, donde embarcaron en el "Ezadeen", añadieron los funcionarios italianos.
El día 1 de enero se registró la última posición del buque, ya cerca de las costas de Italia.
Lo que ocurrió a continuación lo describieron las autoridades italianas: el barco fue avistado por un avión de la Marina Militar en la noche del jueves al viernes.
Cuando las autoridades portuarias de Italia entraron en contacto con el barco la única respuesta que obtuvieron fue de una mujer que dijo "Estamos solos" ya que, al parecer, la tripulación había abandonado la nave.
Para entonces ya la Guardia Costiera había alertado de que el buque corría "peligro de una catástrofe" ante la posibilidad de que el barco se estrellara contra las rocas de la costa.
En la operación de ayuda al "Ezadeen" participó la patrullera islandesa "Tyr", en misión de Frontex (Agencia Europea de Fronteras) de la Unión Europea.
Precisamente hace unos días Frontex informó de que en 2014 se ha registrado una llegada récord de inmigrantes indocumentados, hasta un total de más de 270.000 personas (las cifras definitivas aún no se conocen), que se dirigieron preferentemente a Italia y Grecia.
Frontex atribuyó el incremento de la inmigración a la inestabilidad de los países emisores y a la ausencia de control en los de tránsito, como Turquía y Libia.
La llegada del "Ezadeen" a Italia siguió a la de otro buque, el "Blue Sky", que arribó al puerto de Gallipoli el miércoles con 796 inmigrantes a bordo con su motor bloqueado y con el rumbo fijado hacia las costas de este país.
EFE
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